“Hoy no importaban ni el nivel, ni los kilómetros, ni el desnivel acumulado, ni la velocidad, ni las pulsaciones, ni la cadencia, ni la potencia… Lo importante era estar allí". La reflexión es de Ricard Notario, profesor de la Escola María Cortina de Reus, entrenador de hockey sobre patines y aficionado al ciclismo.
Unos 2.500 ciclistas se concentraron en Riudoms para homenajear a Iñaki y Esteban, los cicloturistas atropellados mortalmente el pasado fin de semana por un conductor novel que dio positivo en el control de sustancias estupefacientes, y rendirles tributo con una marcha lenta hasta el kilómetro 8 de la carretera T-310, donde tuvo lugar el asesinato.
En ese punto kilómetro, en el guardarraíl, se colocaron muchas equipaciones ciclistas, así como una placa y un par de bicicletas en lo que acabó siendo todo un altar a la memoria de dos personas muy queridas en Riudoms. Entre los asistentes, grandes y pequeños; bicicletas de carrera de carbono de últimas generación y otras más modestas, pedales automáticos y pedales de plataforma; y también bicicletas de montaña.
Entre los asistentes, también, algunas caras conocidas, como los exciclistas Purito Rodríguez o Ángel Edo. Ambos le pusieron voz a un manifiesto leído durante la concentración en el que, entre otras reivindicaciones, se pedía a las autoridades que dieran pasos firmes en las reformas necesarias para endurecimiento del código penal y toda la legislación vinculada a la seguridad vial para este tipo de casos.
“Qué fácil resulta matar en este país cuando el arma homicida se llama vehículo a motor", se leyó en ese manifiesto. “El endurecimiento del código penal no sólo protege a los ciclistas. Es para todas las víctimas de accidentes, peatones, pasajeros, motoristas…", se destacaba en otro pasaje. Todo un clamor #PorUnaLeyJusta.