En la plaza Simon Bolívar de Tunja, el domingo después de comer la gente se echa a la calle. No es un día cualquiera. Banderas, colorido, cumbias, bicicletas. El Tour Colombia ha regresado al calendario ciclista y lo hace aquí, en la tierra de Nairo Quintana que hoy domingo cumple 34 años y el mejor regalo es precisamente éste. La presentación de equipos a la puerta de su casa, con sus padres en primera fila, con su hermana vendiendo café, gorras y camisetas de su marca a dos pasos, al lado del stand de Rigoberto Urán. Y todo, en el país que ama al ciclismo y en la región de Boyacá, la de las montañas que tantos corredores y alegrías han dado a ese deporte, hace que explote la fiesta.
Él es el centro de esa fiesta que desata en la plaza Bolivar de su Tunja. Más de media docena de guardaespaldas custodian sus pasos desde que sale del autobús del Movistar hasta que vuelve. Pero éste Nairo ya no es aquel hombre de facciones de hierro, frío y lejano. El Nairo que cumple los 34 este domingo se para a saludar a su mujer y a su manager Luisa, y luego se abraza en el reencuentro con periodistas y amigos. Y sonríe. Sonríe todo el tiempo.
Y la gente desde el otro lado de las vallas enloquece aunque tenga que ver al pequeño escarabajo de lejos y tapado por su numerosa y guardia de seguridad. “Él está feliz. Ha vuelto igual que siempre. Viene muy delgado, ambicioso y hay que pedirle también que frene porque eso le puede hacer cometer un error. Pasa mucho cuando vuelves de una lesión o de un parón como es su caso. Pero está con muchas ganas. Es un líder, un ganador. El que no se meta presión, no sirve para este deporte y él sí se mete presión. Está preparado”, avisa Pablo Lastras, su director aquí, en el Tour Colombia.
“Para mí, ha vuelto un Nairo mejor”, continúa Lastras. “Es un Nairo muy disfrutón y cuando consigues eso en la vida, ya tienes una estabilidad emocional y profesional. Ha llegado a ese equilibrio. Cuando disfrutas, disparas todas esas capacidades”. A partir del martes se verán si están intactas. Si el parón obligado no ha mermado un ápice las piernas y el coraje del corredor de raza que era Nairo. La carretera no engaña. Y aunque los objetivos del colombiano del Movistar pasan por el Giro de Italia, correr en casa es un dulce que no se puede despreciar de hincar el diente.
“Estamos preparados para una derrota. Si aquí hay un varapalo no tiene que tener un mínimo de preocupación, después de todo lo que ha pasado, si ha salido, ¿por qué no va a hacerlo de cosas menores”, explica Lastras. Enfrente tendrá a Egan Bernal y al potente EF, con Richard Carapaz, Rigoberto Uran y Esteban Chaves. Será un Tour Colombia “muy igualado”, pronostica Lastras. “Hacer un top3 ya sería un buen resultado. Las bonificaciones van a jugar un papel importante”.
La carrera tendrá en la penúltima etapa, la del próximo sábado su jornada más decisiva con el final en el Alto del Vino. 33 kilómetros al 6% de desnivel con el hándicap de la altitud para decidir quien es el mejor de los escarabajos de este Tour Colombia. Hasta entonces, dos sprints para que Gaviria y Cavendish midan sus fuerzas y una segunda etapa con final en el repecho de Santa Rosa de Viterbo. Culminará el domingo en Bogotá con la subida al Alto de Patios a 11 kilómetros de la meta para terminar de dilucidar el ganador.
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