La semana de la gran pasión ciclista ya está aquí: Adoquines, fervor, griterío, mucha cerveza y banderas belgas por doquier. En ese territorio se ha colado con nombre y apellidos ya Oier Lazkano, que a cada año que pasa crece y crece sin parar. Todo tiene su parte buena y la que no lo es tanto. Ser más reconocido, más vigilado en carrera. Y también más solicitado. Por eso el Movistar Team organiza una rueda de prensa virtual a dos días del Tour de Flandes, por esa alta demanda de encuentros periodísticos con el campeón de España. Buena señal.
Para un ciclista que comparece acompañado de Iván García Cortina y que viene de sobrevivir al A Través de Flandes. No es poco, eso, viendo el reguero de bajas que la tremenda caída del pasado miércoles deja en una lista de nombres de peso, como Wout Van Aert y Jasper Stuyven. “No es bueno que por una caída, alguien no pueda estar. El Visma tendrá que jugar otras cartas al quedarse sin su principal líder. Yo fallé en la colocación, no estuve donde tenía que estar”, reconoce Lazkano. Se le fue el caballo y quedó pronto cortado. Eso, quizás le salvó de la tremenda montonera. “De piernas y sensaciones voy bien, pero en estas carreras es un cóimputo de todo y si fallas en una cosa, se falla en todo”.
Su carrera apenas está despegando pero las lecciones importantes ya las tiene aprendidas. El año pasado, en este mismo Tour de Flandes que adora no logró llegar a la meta. “Así que mis aspiraciones esta vez son muy altas”, no se esconde. Es imposible. Entre el maillot de campeón de España que luce y sus grandes resultados, es una de las grandes sensaciones en Bélgica. “Es muy bonito que te reconozcan fácil y el cariño que te da la gente. Seguro que el domingo se multiplica por diez, además se nota que es Semana Santa y hay mucha afición española por aquí”.
Es pura y simple inercia. “Es cuestión de que uno mejora y cada vez da más nivel, así que es normal que esté más vigilado. Creo que mi progresión ha sido continua, que no ha habido un momento específico en el que me haya dado a conocer”, explica. Y resume rápido y fácil qué tiene esta temporada que no tenía el año pasado: “Confianza y experiencia”.
A su lado tendrá a Iván García Cortina, que hará las veces de lugarteniente. “Tener a Oier es mucho más cómodo para poder jugar. Tienes otro compañero que, si todo va bien, va a estar muy adelante. Eso te da mucha más libertad de movimientos y poder correr de manera diferente”. El calendario del asturiano ha variado este incio de temporada, “en lugar de las clásicas he hecho una aproximación hasta aquí totalmente diferente, corriendo la Volta a Cataluña y tengo muchas ganas de ver cómo van las piernas este domingo”.
Precisamente en la Volta, Cortina se vio envuelto en una polémica con Wout Poels (Bahrain - Victorious), que le acusó de haberle agredido y que le costó una multa de 300 francos suizos y veinte puntos UCI. Esta rueda de prensa era la primera comparecencia del asturiano ante los medios y fue preguntado por el incidente, ante lo que Cortina no tuvo ningún problema en contar su versión: “Me alegro de esta pregunta porque fue totalmente injusto lo que se vivió”, comenzó narrando, “desde cómo actuaron los jueces y todo lo que pasó. Fue su palabra contra la mía y no tiene nada que ver con el incidente de Nairo, que fue en otra etapa. Lo suyo pasó en Port Ainé y lo mío en Pradell”.
Prosiguió Cortina contando que “iba el UAE Team Emirates tirando y el Soudal Quick-Step, y nosotros detrás toda la etapa. Cuando llevábamos media etapa, al coronar un puerto ellos iban a la par y yo a rueda del primer corredor del Quick Step y en la primera curva a izquierdas por ser bueno y no tirarles a la cuneta, les dejé un poco de espacio y me fui para la izquierda y en ese momento al salir de la curva me puse a darle rápido para recuperar la posición. Entonces iba un corredor de Bahrein y Poels iba segundo y cuando vio que iba a pasarles otra vez, Wout se puso a sprintar para que no pasara yo y eso a 65km/h me tocó el manillar y mucha gracia no me hizo. Y lo que le hice básicamente fue ‘What a fuck are you doing?’”, detallaba, haciendo un gesto de toque en el hombro. “Ése es el puñetazo que le pegué que le sigue doliendo según él. Y ahí se quedó la cosa”.
Continuó narrando que “la parte graciosa es que fuimos discutiendo un rato y le dije ‘If you want a crash’, como diciéndole que si quieres me caigo. Y él entendió: Si quieres te tiro. Que no lo dijo, lo digo yo pero creo que por eso se calentó más todavía. Pero la cosa es que fue a los jueces y dijo que tenía testigos. Cuando detrás de mí iba Arcas y el resto de mis compañeros y ellos no vieron nada. Y por unas acusaciones de un corredor sin imágenes se me sanciona con 300 francos y 20 puntos. En esa misma etapa un corredor holandés le dio un empujón a otro corredor. Con imágenes en televisión en directo y no pasa nada. Creo que es injusto, son cosas de carrera. No es lo mismo un toque que un golpe. Esa es mi versión y es la que es”, concluyó Cortina.