El esloveno Tadej Pogacar (UAE), segundo clasificado este domingo en la Amstel Gold Race, reconoció que con su ataque a 48 km de meta "quizás" arriesgó "demasiado", lo que le costó una victoria que parecía asegurada cuando rodaba en solitario.
"El viento en contra fue demasiado fuerte en los últimos 15 kilómetros. Lo pagué caro", resumió Pogacar en la meta de Valkenburg.
Pogacar respondió a un ataque del francés Julian Alaphilippe en la segunda subida al Cauberg, lejos de meta, pero poco después el maillot arcoíris decidió marcharse en solitario. "Me fui con Julian Alaphilippe y esperaba que pudiera quedarse conmigo más tiempo. Sin embargo, 5 km después ya estaba solo. Quizás me entusiasmé demasiado en ese primer ataque. Intenté aguantar solo, pero había dos rivales cerca", explicó.
Pogacar fue alcanzado por Evenepoel y Skjelmose a 8 km de meta y a partir de ese momento hubo marcaje y decisión al sprint. "No pude ampliar la diferencia en los últimos 15 kilómetros debido al fuerte viento en contra, entonces decidí esperar más o menos y quería intentar ganarles al sprint. Fue una apuesta arriesgada y al final quedé segundo", señaló.
Pogacar no se sintió sorprendido por el nivel mostrado por Remco Evenepoel después de su largo período de inactividad. "No, ya lo dije al principio. Demostró una vez más que está en su mejor momento. Pero al final, Skjelmose fue el más fuerte", dijo.
Skjelmose: "Tenía muchas ganas de darle esta victoria a mi abuelo"
Por su parte el danés Mathias Skjelmose (Lidl Trek), ganador de la Amstel Gold Race tras un duelo al sprint con Tadej Pogacar y Remco Evenepoel, señaló, emocionado, que tenía "ganas de darle esta victoria" a su abuelo, fallecido hace un mes.
"Busqué un puesto en el podio, porque habría sido un gran resultado para mí e intenté mantener el ritmo para que nadie de atrás pudiera remontar y unirse a los de cabeza", reconoció el ganador en Valkenburg.
"En el sprint pensé que me daría un calambre. Remco hizo un gran trabajo, perfecto. Yo intenté ir por la derecha, porque el viento venía de la izquierda, pero los dos se fueron a la derecha, así que tuve que ir a la izquierda. No sé qué pasó entonces. Cuando adelanté a Pogacar, no me lo podía creer. Pensé que algo iba mal", comentó.
Emocionado, Skjelmosese, se acordó de su abuelo, el receptor de un triunfo histórico. "He tenido muy mala suerte esta temporada. Mentalmente ha sido duro. Hace un mes perdí a mi abuelo. Quería darle una victoria y esta victoria es para él", subrayó.