La tercera etapa de la Vuelta a Holanda ha sido cancelada después de que varios vehículos entraran en la ruta de la carrera, que debía celebrarse entre Sittard y Watersley, en el sur de Limburgo, con 149 km de recorrido.
Los corredores pararon la marcha después de 30 km cuando se encontraron con un automóvil que entró en el recorrido y venía en sentido contrario. No era el primer incidente de este tipo que ocurría en la 3ª etapa, ya que durante el tramo neutralizado se habían encontrado en su camino con un camión. Esta situación provocó la protesta de los ciclistas, que se negaron a seguir corriendo. Tras unos minutos de negociación con los organizdores, la etapa quedó definitivamente cancelada por motivos de seguridad.
La organización confirmó la noticia a través de un comunicado: "La carrera se detuvo durante la tercera etapa por Limburgo. La etapa comenzó puntualmente en el Tom Dumoulin Bike Park, pero después de aproximadamente una hora, los ciclistas indicaron que querían abandonarla por razones de seguridad. La organización apoya la decisión de los ciclistas y equipos y, por lo tanto, ha decidido finalizar la etapa de hoy 17 de octubre. Tras una sección neutralizada turbulenta, un coche que venía en dirección contraria, tras haber sido detenido dos veces, decidió ignorar la señal de los comisarios y continuó su marcha. Como resultado, los ciclistas se negaron a seguir corriendo. La organización respeta la voluntad de los ciclistas y los directores de equipo".
La Vuelta a Holanda se está disputando sin presencia policial, por lo que los organizadores dependen de controladores de tráfico voluntarios para cortar el paso de los vehículos a la ruta. Varios conductores han ignorado las señales de Stop de estos controladores de tráfico y han entrado al recorrido de una 3ª etapa finalmente cancelada.