Desde su inicio, esta edición 101 del Tour del Flandes tenía un aura especial por el regreso y la despedida de grandes iconos históricos de la carrera. El Kapelmuur, la mítica ascensión a la Capilla de Geraardsbergen, volvía al recorrido tras varios años de ausencia y un clamor popular pidiendo su vuelta. Por otra parte, el gran ídolo local, Tom Boonen, se disponía a disputar por última vez De Ronde con la esperanza de triunfar en sus muros por cuarta vez. Más que nadie en la historia. Y a algo menos de 100 kilómetros para el final, ambos factores se han unido para elevar al éxtasis a los aficionados que se agolpaban en las cunetas: Tommeke, junto a sus compañeros del Quick Step, en un movimiento estratégico genial, han forzado un corte en el Kapeelmuur con un cambio de ritmo que cazó descolocados a Sagan, Van Avermaet, Naesen y Degenkolb.
El Muro de Gramont era de nuevo decisivo en el Tour de Flandes a pesar de restar más de dos horas de competición aún por delante. Los ojos como platos. La presencia en el grupo cabecero de grandes gallos, además de los tres ciclistas del Quick Step – Boonen, Trentin y Gilbert-, propiciaba un entendimiento que elevó por encima del minuto la desventaja de los dos grandes favoritos, Sagan y Van Avermaet, que durante muchos kilómetros parecía que se despedían de su monumento predilecto. El paso del tiempo y la invariabilidad de la situación comenzaba a marcar la preocupación en el rostro de los directores del Bora-Hansgrohe y del BMC, que a pesar de trabajar con sus efectivos en el pelotón perseguidor no eran capaces de aminorar la renta de la que gozaban los ya citados Quick Step, además de Vanmarcke, Stuyven, Kristoff, Rowe, Demare, Coquard, Chavanel o Modolo entre otros.
Y fue el siguiente gran muro, Oude Kwaremont, el más decisivo en las últimas ediciones, el que presenció el movimiento de la victoria y el inicio de una emotiva e histórica hazaña: Philippe Gilbert destrozaba a sus rivales y compañeros de equipo a 55 kilómetros para la conclusión, ratificando la fortaleza que había exhibido este último mes, y ponía rumbo a la gloria con la mente puesta en suceder a Claude Criquielion, el último ciclista valón que triunfo en Flandes, hace justo 30 años. y que perdió la vida en 2015. Pletórico y decidido, portando con orgullo el maillot de campeón belga, comenzó a establecer una diferencia que alcanzó en primera instancia los 30 segundos y que poco después se disparó hasta el minuto.
Por detrás, el azar y el infortunio fueron encargándose de eliminar a Sep Vanmarcke y Luke Rowe, que fueron víctimas de una caída producida porque el ciclista del Cannondale metió la rueda en la junta de dilatación en un descenso, y a Tom Boonen, que en su amado Taaienberg, donde años atrás rompió la carrera para iniciar un irrefrenable camino hacía los cielos, vivió la cara más desagradable del ciclismo: una avería le obligaba a detenerse e instantes después, tras retomar la marcha con la bici de sustitución, se repetían los mismos problemas mecánicos.
Tommeke se despedía de todas sus opciones en un día que no había podido empezar mejor y que acabó de una forma muy triste. Eliminado por la diosa fortuna. Para entonces, ya habían contactado Sagan, Van Avermaet, Naesen, Degenkolb y Pozzato entre otros con en el grupo perseguidor de Gilbert y se iniciaba la escalada a los últimos cuatro muros que debían decidir si estos hombres guardaban alguna opción de cazar al campeón belga. Y no tenemos respuesta, nos quedaremos para siempre con la duda. Peter Sagan, pegado a las vallas y tratando de evitar el empedrado con Van Avermaet y Naesen a rueda, se ha decidido a vaciar todas las energias que aún le restaban en el Oude Kwaremont, cuando su manillar se ha enganchado con la valla y ha perdido el control llevando con él al suelo a sus dos acompañantes.
Giro dramático y definitivo para la resolución de la carrera. El campeón olímpico ha podido levantarse raudo y reemprender la marcha junto a Dylan Van Baarle (Cannondale) y Niki Terpstra (Quick Step), que circulaban metros más atrás; mientras Sagan y Naesen veían arruinadas sus carreras doloridos y con sus bicicletas inservibles.
El tramo de llano hasta la meta, en el que acompañaba un fuerte viento de cara, ha destapado la lógica fatiga de Gilbert, que tras tantos kilómetros en cabeza ha visto su ventaja caer hasta los 30 segundos. Van Avermaet y Van Baarle perseguían también con más fe que energía, al tiempo que Terpstra cargaba las piernas para intentar arrebatarles el podio y completar una jugada de ensueño para el Quick Step, que necesita nuevo patrocinador que sostenga el equipo de cara a 2018. Y les ha salido perfecto. Tras Van Avermaet, que fue segundo, pero que no estaba satisfecho con el resultado en un día en el que salía a ganar, el neerlandés se ha subido como tercer clasificado al podio junto a su compañero Philippe Gilbert que, bajándose de la bici para regalarnos una imagen que hace justicia a la magnitud de su triunfo, ha cruzado la meta elevando su máquina al cielo. La mejor forma de celebrar la consecución de su cuarto monumento, tras sus éxitos en la Liege-Bastogne-Liege en 2011 y en el Giro de Lombardía en 2009 y 2010. Uno de los grandes de nuestro tiempo, Philippe Gilbert.
Tour de Flandes 2017 - Clasificación
- Philippe Gilbert (Quick Step/BEL) 6.23.45
- Greg Van Avermaet (BMC/BEL) 0.29
- Niki Terpstra (Quick Step/HOL) m.t
- Dylan Van Baarle (Cannondale/HOL) m.t
- Alexander Kristoff (Katusha/NOR) 0.53
- Sacha Modolo (UAE/ITA) m.t
- John Degenkolb (Trek/ALE) m.t
- Filippo Pozzato (Wilier/ITA) m.t
- Sylvain Chavanel (Direct Energie/FRA) m.t
- Sonny Colbrelli (Bahrain/ITA) m.t
- Michael Valgren (Astana/DIN) m.t
- Luke Durbridge (Orica/AUS) m.t
- Matteo Trentin (Quick Step/ITA) m.t
- Yoann Offredo (Wanty/FRA) m.t
- Gianni Moscon (Sky/ITA) m.t
- Scott Thwaities (Dimension Data/GBR) m.t
- Tony Gallopin (Lotto/FRA) m.t
- Nelson Oliveira (Movistar/POR) m.t
- Fabio Felline (Trek/ITA) 1.01
- Andre Greipel (Lotto/ALE) 2.29