A principios de 2018 al alicantino Sergio Torres Jorro (27 años) le llegó por fin la oportunidad de correr como profesional, en el equipo belga de categoría Continental Tarteletto-Isorex. Tras una buena temporada -en la que se ha vaciado por el equipo en algunas clásicas y pruebas del calendario UCI (Handzame Classic, Grand Prix de Denain, Tres Días de la Panne, Tour de Noruega, Primus Classic…), codeándose con ciclistas World Tour- no ha llegado a un acuerdo para renovar en buenas condiciones con este equipo, por lo que actualmente se encuentra buscando un hueco en el pelotón de la próxima temporada.
“El Tarteletto me ofreció renovar pero al mismo precio, por el mínimo, y con eso apenas me da para poder vivir porque allí todo es mucho más caro –nos cuenta-. Además, ya llevaba dos años en Bélgica, lejos de casa, de la familia y la novia, con unas condiciones de entrenamiento duras, con mucho viento, lluvia…Al final, para estar sobreviviendo allí, decidí jugármela y buscar sitio en España o Portugal para estar más cerca de casa".
Segio Torres empezó la búsqueda de un equipo para 2019; muchos contactos y gestiones pero aún nada cerrado. “Pronto me di cuenta que el mercado pintaba bastante mal de cara a 2019, con equipos que han desaparecido y escasez de plazas", explica.
Tanteó a algunos equipos Profesionales Continentales, tanto españoles como de otros países, pero o bien no obtuvo respuesta o ya estaban las plantillas cerradas. Ahora se encuentra a la espera de que un equipo Continental le confirme en enero si tiene hueco allí. Y alguna otra opción -aún en el aire, nada cerrado- para no quedarse en blanco en 2019, un año que debería ser clave para la evolución de un ciclista tardío (no empezó a entrenar en serio hasta los 18 años), y que ha firmado una buena primera temporada como profesional.
En fuga con Van Avermaet
Esta temporada el ciclista de Gata de Gorgos –pueblo alicantino muy cercano a Javea- ha competido 23 días, tomando parte en clásicas y pruebas UCI de nivel como la Handzame Classic, Grand Prix de Denain, Tres Días de la Panne, Tour de Noruega o Primus Classic, entre otras. En ellas, no dejó de trabajar para el equipo (“con la consigna de meterme en fugas o currar para el equipo“) midiéndose de tú a tú con ciclistas del World Tour.
“Me he encontrado cómodo corriendo con estos grandes ciclistas; me he sentido muy a la par de ellos", comenta Sergio Torres, quien recuerda divertido la siguiente anécdota que le ocurrió en la Primus Classic: “Me metí en una fuga con otros 6-7 ciclistas y cuando me di cuenta vi que a rueda venía con nosotros Van Avermaet, que es mi ciclista favorito. Estuvimos 10 km tirando a tope pero por detrás se puso a bloque el Trek, trabajando para Degenkolb, y fue imposible que fructificara la escapada. El belga es mi ídolo, pero en esa ocasión nos fastidió la fuga".
Su mejor puesto de la temporada fue el 32º en el Grand Prix Denain, lo que le sirvió para sumar sus primeros puntos UCI. De ese día recuerda las duras condiciones climáticas: “Esa clásica es como una mini París-Roubaix, y salimos a -3º C y nevando. Recuerdo los adoquines llenos de nieve y mucho frío; fue durísimo. Estuve ayudando a los compañeros y al final incluso pude esprintar y sacar mis primeros puntos UCI. Cuanto más duras son las condiciones, más delante voy".
Siempre buscando la fuga o trabajando para el equipo. Esa ha sido la constante de Sergio Torres en 2018. En muchas ocasiones para el hombre rápido del Tarteletto-Isorex, el belga Jelle Mannaerts. Como en los Tres Dias de la Panne, cuando yendo en el grupo delantero le pararon para ayudar a subir al mismo a Mannaerts, que acabó 13º en un esprint que ganó Elia Viviani por delante de Pascal Ackermann.
“Y en otras carreras no UCI en Bélgica, que son bonitas pero muy duras, me he metido en el top-10, incluso a veces por delante de ciclistas World Tour como Gaviria, Iljo Keisse...", añade reivindicando su trabajo en su estreno como profesional. Un año en el que ha llegado a correr incluso con una fisura en la costilla o, como en el Tour de Noruega que ganó Edu Prades, con fiebre y anginas.
“¿Cómo te definirías como ciclista?", le preguntamos. “El Tarteletto me fichó porque en mi primer año en Bélgica, en el equipo amateur Asfra Racing Team, fui muy combativo y de coger fugas", responde Torres, quien añade: “sobre todo, soy combativo, me da igual morir peleando; si me dicen “a currar", curro como un loco para el equipo hasta reventar. Y me considero un ciclista polivalente; llaneo bien y sin ser un escalador puro paso bien la montaña. Lo único que no tengo es esprint".
Recuerda el ciclista alicantino una etapa en el Tour de Antalya, en Turquía, que acababa con una subida de 14 km. “Nuestro líder en aquella carrera, el belga Kevin de Jonghe, se quedó cortado antes de empezar la subida y tuve que ayudarle a remontar al primer grupo. Él al final hizo 6º en esa etapa… y yo acabé el 30º y subí a 6,1-6,2 w/kg".
Un hueco en el pelotón
Sergio valora positivamente su primer año como profesional, aunque reconoce que “tuve muchísimos errores que me impidieron estar más adelante. Pequé de novato porque correr en profesionales es muy diferente a hacerlo en amateur. Pero sé que si soluciono esos errores daré un buen salto de calidad. Además, cada año voy mejorando porque empecé muy tarde en el ciclismo y ese ha sido mi gran problema. Empecé a entrenar en serio con 18 años y me metí en un pelotón por primera vez ya como sub-23".
Benicassim-LUK (2013-2015) y Mutua Levante (2016) fueron sus equipos antes de fichar en 2017 por el Asfra Racing Team, “uno de los mejores equipos amateurs belgas", desde donde dio el salto al continental Tartaletto-Isorex. Con esta carta de presentación busca ahora un hueco en el pelotón de 2019, “si puede ser aquí en España o en Portugal mucho mejor, porque estando en casa no me cuesta dinero correr. El objetivo es continuar progresando, que me vean correr en España de tú a tú y buscar hueco en un equipo más potente en 2020".
Para ello sigue entrenando a diario por tierras alicantinas con la idea de empezar la temporada en algún equipo: “Trabajo con un entrenador que lleva y asesora a muchos ciclistas, algunos incluso del World Tour, y es quien me lleva la preparación –nos comenta-. Estoy bien de forma, centrado, cuidándome mucho y con ganas de hacerlo en 2019 aún mejor que este año".