A los gemelos Yates les encanta el País Vasco. Como para no. Hace dos años Adam se llevaba por sorpresa la Klasika de San Sebastian; el año pasado, en su regreso tras la sanción que le tuvo tres meses parado, a Simon le colocaban la txapela de vencedor en la Klasika de Ordizia y hoy se ha llevado el GP Miguel Indurain, convirtiéndose en el primer británico en vencer la carrera de Estella. “Correr aquí es muy difícil pero muy bonito”, confirma Simon.
Ahora, su gran objetivo pasa por la Vuelta al País Vasco. Por ganarla, no se arruga. “Esta victoria me confirma que voy por el buen camino, mi objetivo es ganarla y esto me demuestra que estoy bien de forma aunque hay muchos buenos corredores, ya veremos”, señala.
Sobre el triunfo en el GP Miguel Indurain, Yates explicó que “con el viento que hacía necesitaba a todo mi equipo, porque soy un corredor pequeño y necesitaba que me protegiesen. Hemos metido a Kreuziger en la fuga de inicio para tener la carrera controlada y cuando se ha puesto dura, Verona estaba conmigo, así que el equipo ha hecho un trabajo perfecto para mí”.
Yates contó también que “no vine el año pasado a correr esta carrera pero sabía que la subida a Eraul era dura, no muy exigente porque no era larga pero sí dura y muy estrecha. Con el equipo habíamos hablado de atacar ahí”.