El Tour de Francia 2022 fue uno de los más bonitos de los últimos años, por el espectáculo vivido y por la lucha sin cuartel entre Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar por hacerse con el maillot amarillo, que finalmente recaló en manos del danés.
A pesar de que el esloveno sufrió una pájara como nunca antes vista en su caso en la 11ª etapa, con final en el Col du Granon, no paró de intentarlo y puso a prueba a Vingegaard en todo tipo de terrenos, las subidas, las bajadas y el llano.
Precisamente esa 11ª jornada fue clave en el devenir de la Grande Boucle, y a ella se quisó referir Pogacar en su entrevista con MMC: "El calor no es lo mejor para mí. La 11ª etapa del Tour fue de mucho calor y encima era de las más duras, una mala combinación".
"Ese día hacía casi 35 grados. Al principio me sentía bien pero de repente me quedé sin fuerzas. Se me olvidó beber en el Galibier y eso tuvo mucho que ver con mi colapso", proseguía explicando Pogacar.
Aun así, el esloveno quiso valorar el gran trabajo del Jumbo Visma: "Estaban al cien por cien y me aplastaron con sus ataques. Especialmente entre el Telegraph y el Galibier. Estaba muy nervioso, no bebí, me excedí de fuerzas en el Galibier y pasó lo que pasó".
No era la primera vez que Tadej Pogacar sufría por el fuerte calor, ya quedó patente durante la ascensión al Mont Ventoux de 2021 en la que el propio Jonas Vingegaard le obligó a pasar un rato bastante malo.
"Tampoco puedo achacarlo solo al calor. Entrené antes del Tour con mucho calor y también había competido varias veces bajo altas temperaturas. El mérito es sobre todo de Jonas y del Jumbo Visma", finalizó Pogacar.