Andy Schleck fue el gran beneficiado de la temida etapa del pavé después de una caída en el cuarto sector que dejó fuera a su hermano Frank y rompió la carrera en mil pedazos. Contador supo reponerse, pero una avería en los últimos kilómetros le hizo perder más de un minuto, mientras que Armstrong pinchó y, en la más absoluta e inédita soledad, se vio obligado a remontar dejándose dos minutos en meta