Ir a una marcha cicloturista que tiene que ver con homenajear a un grande del cilclismo, a mí me emociona. Sí, tal vez me gusta esto de la bici demasiado o es que me voy haciendo mayor, pero yo lo vivo diferente a una marcha normal. Me fui a Priego con un grupo de compañeros del Club TLO Gregarious; allí nació el protagonista. Imagino que ya sabéis de quién hablo y es que Priego es Luis Ocaña. Bueno, Ocaña es mucho más que Priego porque es Cuenca, es España, es leyenda.
El sábado vivimos una charla coloquio fantástica. El público abarrotaba el auditorio e incluso había gente fuera y de pie. Carlos Sastre, Ángel Arroyo, Pedro Delgado, José Herrada, el local Juan Argudo, Jose Luis Abilleira, el historiador del ciclismo Juan Ocaña, Javier Ares y servidor nos pusimos a las órdenes del periodista Arsenio Cañada que ejerció, de forma impecable, de moderador.
No tuve la suerte de conocer a Ocaña y tampoco de pedalear con él pero lo que escuchaba y percibía de los que si tuvieron ese privilegio, era especial. Digo que los grandes son capaces de dejar huella, de tener algo que los diferencia del resto y eso no es fácil de conseguir. A mí me fascina ver fotos de Ocaña porque me hacen pensar que la biomecánica ya existía por entonces.
Hay ciclistas que son “guapos” sobre la bici y él lo era. Son esos tipos capaces de subirse en un sillín, sean cuales sean sus medidas, y tener planta. Son esos que los miras y dices, yo quiero ir en la bici como él. Sus compañeros de ruta, tanto Argudo como Abilleira, también hablaban de su potente personalidad. Los ganadores son ganadores porque quieren eso, ganar. No se conforman con otra cosa que no sea ser el mejor.
Ocaña tuvo un gran rival como Eddy Merckx, también muchos otros, pero nunca se conformó con ser el segundo mejor. Ganador de un Tour de Francia (1973), de una Vuelta a España (1970) y de multitud de etapas fue alguien que dejó huella y en Priego lo pude corroborar. Nos contaba un ciclista de Cuenca, veterano, que con 18 años se cruzó con un tipo que le impresionó. Se dio la vuelta y al llegar a su altura no lo podía creer, parece Luis Ocaña.
-Disculpa, ¿eres Ocaña, el de verdad?
- Sí, soy yo.
El joven ciclista se quedó atónito, estaba rodando al lado de su ídolo. Cada día lo esperaba en un cruce para poder ir a su rueda unos kilómetros. El último día, antes de irse, Ocaña se detuvo y quitándose el maillot le dijo:
- Este regalo es para ti.
Se había puesto un maillot encima del otro para que aquel joven nunca lo olvidara y lo consiguió, para muestra la emoción que se desprendía de su voz entrecortada al contárnoslo. También consiguió dejarnos sin palabras a todo el auditorio de Priego, únicamente nos salió aplaudir con fuerza, con rabia por no poder tenerlo allí y hacernos una foto a su lado o un selfie que es más de la época.¿Veis por qué os digo que son especiales?, porque sin estar presentes consiguen lo que otros no.
La enciclopedia del ciclismo y de mismo apellido que nuestro protagonista, Juan Ocaña, no quiso terminar la tertulia sin hablar de su palmarés. Ese que tanto sufrimiento le costó y que pudo ser más amplio de no ser por algunas circunstancias que tienen que ver con la mala suerte.
Al día siguiente tocaba enfundarnos el maillot del BIC, como el suyo, y pedalear por esas carreteras en las que pedaleó en alguna ocasión. Imagino incluso que pasamos por el cruce en el que le esperaba aquel joven ciclista. Un recorrido espectacular de 98 km y 1.700m de desnivel por la serranía de Cuenca y con paso por lugares dignos de postal como Cañamares, Puente de Vadillos, Beteta, Masegosa, Lagunaseca, Santa María del Val o Poyatos entre otros.
Avituallamientos impecables, muy buena seguridad y un trato fabuloso por parte de todo el equipo de la organización. Felicidades a Ángel Llorens y todos los voluntarios porque habéis conseguido mucho. Por un lado destacar la figura de uno de los más grandes de nuestro ciclismo y por otro lado emocionarnos a todos los que amamos este deporte.
Gracias D. Luis, un honor militar en tu equipo BIC durante algunos kilómetros y hablo por todo el pelotón del Tour Cycling Serranía Conquense.