Con los primeros clasificados ya llegados a meta se desató una tremenda tormenta de granizo en los kilómetros finales de la ascensión al Col de Porte que pilló de lleno a más de la mitad del pelotón del Criterium du Dauphiné.
Algunos de estos ciclistas se tuvieron que bajar de la bicicleta y hacer parte del trayecto a pie,o resguardarse como pudieron ante unas bolas de granizo "del tamaño de pequeñas pelotas de ping-pong", según relataron desde el equipo Israel Start-Up Nation. Algunos ciclistas -como Tim Declercq o Maxime Chevalier- llegaron a meta con la espalda marcada por el impacto del granizo que cayó en un final de etapa dantesco.