La apuesta de la Unión Ciclista Internacional, decidida, muchas veces también demasiado forzada, por universalizar el ciclismo de alta competición está permitiendo que el pelotón profesional compita en rincones realmente atractivos para la retina del aficionado; una retina muy acostumbrada al ciclismo de la vieja Europa, a sus iconos orográficos, a sus paisajes, que en los dos últimos años ha podido profundizar en algunos territorios chinos de la mano del Tour de Guangxi. La cita asiática, broche final del WorldTour 2018, nos ha ofrecido este año rincones como los que recopilados en esta galería, con propuestas de Luca Bettini para BettiniPhoto.