Pello Bilbao (Astana) volvió a hacer buena su fama de 'cazaetapas' en la última jornada de montaña del Giro 2019, cogiendo la escapada buena y resistiendo el ritmo de los mejores de la general cuando fue cazado junto a sus compañeros de fuga, en los kilómetros finales de ascensión a Monte Avena. Unos kilómetros finales marcados por la combatividad de un gran Nibali, con más corazón que piernas, y un Richard Carapaz desatado, marcando un ritmo endiablado en favor de un Mikel Landa que buscaba, y encontró, el tercer puesto en la clasificación general, en detrimento de un Roglic que volvió a ceder tiempo.
La victoria de etapa se jugó en los últimos 300 metros, cuando Landa se decidió a lanzar el sprint en busca de un triunfo parcial que, este año, se le ha resistido en la 'corsa rosa'. A su rueda, Pello Bilbao esperó a la salida de la última curva previa a meta para remontar y superar al alavés de Movistar, y alcanzando así su segundo triunfo en la presente edición del Giro. Ciccone (Trek-Segafredo) entraría en tercer lugar, a 2'', seguido de Carapaz y Nibali a 4''. Mikel Nieve, miembro también de la escapada, conseguía la séptima plaza, a 15''.
Los principales damnificados del día fueron, de nuevo, Primoz Roglic, que ha pasado a ser 4º en la general, a 23'' de Landa -13'' perdidos en meta y otros 10'' de sanción por ser ayudado por un espectador-, y Miguel Ángel López, que comenzó la jornada muy combativo, desarbolando al esloveno del Jumbo Visma y a Nibali en el Passo Manghen, pero que en la subida final sufrió un percance con un aficionado que acabaría con el colombiano en el suelo, haciéndole perder más de un minuto en la meta. Ahora es 6ª a 7'18'' de Carapaz.
Un grupo de doce corredores, con Bilbao, Nieve y Andrey Amador, entre otros, apretaron con fuerza desde el comienzo y tomaron una ventaja de 3 minutos sobre el pelotón tras la primera subida a la Cima Campo. Con Carapaz asentado en el grupo, el que más sufrió en las primeras rampas fue Nibali, quien perdió metros en la Cima Campo a causa de un problema mecánico y que sufrió al llegar al Manghen, 'Cima Coppi' de esta edición (2.628 metros).
El italiano Fausto Masnada (Androni), integrante de la escapada, fue protagonista con un gran ataque en el Manghen y pasó primero por la cumbre. Por detrás, un gran Miguel Ángel López tensaba la cuerda y, acompañado por Landa y Carapaz, abrían un pequeño hueco con Roglic y Nibali, que mostraban una vez más sus debilidades. Aún así, gracias a su talento en la bajada, el "Tiburón" y Roglic volvieron a unirse al grupo de la maglia rosa y a partir de ahí la etapa vivió un momento de stand by.
Bilbao, Kangert, Nieve, Ghebreigzabier, Capecchi, Madouas, Dunbar y Ciccone conservaban una ventaja de 3 minutos tras la subida al Passo Rolle, a falta de 50 kilómetros para la meta. Pero, poco a poco, el equipo Astana y Movistar aumentaron el ritmo, y la ventaja de la fuga se redujo a 2' al inicio del Croce d'Aune donde, de nuevo, se desencadenaría la batalla.
En el grupo cabecero, Ciccone, Bilbao, Kangert y Madouas intercambiaron ataques, mientras que Carapaz, Nibali, Landa y Roglic seguían juntos, controlándose... esperando a otro movimiento practicamente asegurado de Supermán López, que ya lo había probado en el Manghen, con buenas sensaciones. El ataque del colombiano llegó a 13,3 km de meta, tensando a un grupo de favoritos donde, sin embargo, todos lograban aguantar. Poco después, fue el momento de Landa, que coronaba Croce d'Aune con unos 25'' sobre el resto de favoritos.
De nuevo, en la bajada, Nibali dio lo mejor de sí y se acercó a Landa... eso sí, con Carapaz soldado a su rueda. Los tres ciclistas más fuertes en la montaña del Giro se juntaban a seis kilómetros del final, al inicio de la subida a Monte Avena. Unos metros por detrás, la torpeza de un aficionado hizo caer a Miguel Ángel López y el colombiano, enfurecido, llegó a golpearle antes de volver a subir a su bicicleta. Sus opciones de pelear por la victoria de etapa y subir puestos en la general se escapaban definitivamente.
Por delante todo quedaba abierto. Carapaz, Landa y Nibali alcanzaban a Bilbao, Madouas y el resto de escapados, con el ecuatoriano tirando del grupo hasta llegar al último kilómetro, ahogando cualquier tentativa de ataque de Nibali, y trabajando en beneficio de la tercera plaza de Landa, hasta los últimos 300 metros. En ese momento Bilbao tuvo la suficiente fuerza en las piernas para superar a Landa y sellar un gran triunfo en una etapa brillante, en la que Carapaz se garantizó llegar vestido de rosa a Verona.
El ecuatoriano llega a la contrarreloj individual que pondrá fin al Giro con una ventaja de 1'54'' sobre Vincenzo Nibali (Bahrein) y 2'53'' sobre Landa. Una crono la de mañana de 15,6 kilómetros que saldrá de Verona Feria y que acabará en la icónica Arena, donde se coronará al campeón, y que cuenta como principal dificultad la subida del Torricelle. Pese a no ser un especialista, Carapaz cuenta con una considerable ventaja para hacer historia y regalarle el primer triunfo en el Giro de Italia a su país. Más difícil lo tendrá Mikel Landa para mantenerse en el tercer cajón del podio, pues solo le separan 23'' de Primoz Roglic, vencedor de las dos últimas contrarreloj del Giro.