El fuerte calor -con temperaturas cercanas a los 40ºC- se ha erigido en gran protagonista en una jornada que debía ser a priori de transión, preludio de un día ideal para las fugas (mañana miércoles, camino de Gap) y de las tres decisivas jornadas de montaña en los Alpes. Tal fue el calor, que los ocho ciclistas del Movistar Team consumieron alrededor de un centenar de bidones en las cerca de cuatro horas de agotador recorrido.
“Ha sido un día de mucho, mucho calor, y ha hecho daño -decía Mikel Landa al llegar a meta-. Esto pasa factura: el cuerpo no recupera igual, se sufre un poquito más de lo normal… Aunque parezcan etapas fáciles, siempre hay tensión, y con estas temperaturas el descanso no tendrá el efecto de otros días".
Preguntado por cuantos botes de líquido ha bebido en la etapa de hoy, el alavés comentaba: "No sé… ¿igual 15? Han sido muchos. Los compañeros han hecho muy buen trabajo subiendo agua cada dos por tres", explicaba un Mikel Landa que sigue 7º de la general a 4´54" del líder Julian Alaphilippe. Sus opciones para las etapas alpinas siguen en pie.
Por su parte, Nairo Quintana ha perdido 1´02" en la meta de Nimes tras verse cortado en los últimos kilómetros. El colombiano explicaba el motivo de este retraso: "En una de las caídas del tramo final tuve que poner pie a tierra, aunque no llegué a caer, y aunque intenté volver a enganchar se me fue el pelotón. Lo importante es que Mikel terminó adelante. Somos un equipo y hay que seguir adelante y afrontar las dificultades, en este caso las mías. Seguimos con fuerzas y peleando".