La primera contrarreloj del Tour -de 27,2 km, entre Changé y Laval- suponía una buena oportunidad para calibrar el estado de forma de los aspìrante en la general. Y entre todos ellos el que más ha brillado ha sido Tadej Pogacar, quien se ha llevado la etapa con mayores diferencias de las esperadas y se consolida como el gran favorito para revalidar su título en la Grande Boucle.
Tras la de La Planche des Belles Filles del pasado año, Pogacar ha vuelto a firmar otra exhibición contrarreloj, superando a consumados especialistas como Stefan Küng, 2º, a 19", Kasper Asgreen o Mikkel Bjerg.
A una media de 51 km/h -impresionante teniendo en cuenta que el trazado incluía bastantes repechos que le añadían dureza- Pogacar ha aventajado en 30" a Van Aert, en 44" a un Roglic que se ha defendido de manera admirable, con el cuerpo totalmente magullado, en 1´08" a Urán, en 1´11" a Alaphilippe, en 1´18" a Geraint Thomas, en 1´44" a Carapaz, en 1´49" a Enric Mas y Kelderman, en 2´08" a Miguel Ángel López, en 2´36" a Nairo Quintana...
Diferencias con las que empieza a marcar territorio y que le dejan al borde de un liderato que ha defendido con uñas y dientes, dosificando bien las fuerzas, Mathieu van der Poel. El neerlandés del Alpecin-Fenix marcaba el quinto mejor tiempo (32´31") y por solo 8 segundos retiene un maillot amarillo que vestirá mañana por cuarta etapa consecutiva.
"Tuve buenas piernas, estuve cómodo, se me apagó el auricular y decidí ir a tope y ha salido bien. Me hubiera gustado vestirme de amarillo, pero me alegro por Van der Poel", dijo en meta Pogacar.
A partir de mañana empieza un nuevo Tour con Van der Poel de amarillo pero con Pogacar como verdadero capo de la carrera. Todavía no se ha subido un solo puerto de entidad -la montaña llega el viernes- y ya acumula importantes diferencias en la general sobre sus más directos rivales, que tendrán que pasar al ataque si quieren poner en apuros a un talento al que no se le vislumbran debilidades.
Primoz Roglic ha salvado el día, Geraint Thomas -con el hombro dañado- ha cedido más de lo esperado, Kelderman ha decepcionado, y escaladores como Richard Carapaz y Enric Mas han aguantado el empuje del ciclón Pogacar y mantienen sus esperanzas intactas de cara a la montaña.
También ha brillado el joven Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), quien corre el Tour sustituyendo a Dumoulin, que ha vuelto a demostrar con su tercer puesto de hoy que es un ciclista completo al que habrá que tener muy en cuenta en un futuro próximo. Sube bien y contrarrelojea como los mejores. Ganador de la Semana Coppi e Bartali y segundo en la Itzulia, está siendo a sus 24 años una de las grandes revelaciones de la temporada.
El danés Mikkel Bjerg –tres veces campeón del mundo CRI sub´23-, fue quien marcó un primer tiempo de referencia (33´01"), que perduraría como el mejor durante casi una hora y media favorecido por la lluvia que cayó tras su llegada a meta y que provocó la caída de Brandon McNulty y un susto a Stefan Bissegger al tomar una curva. Pero el cielo se volvió a calmar, el suelo se secó y mejoraron de nuevo los tiempos coincidiendo con la salida de los favoritos.
Un maestro de la especialidad como el suizo Stefan Küng pulverizó el registro de Bjerg (32´19"; el primero en superar la barrera de los 50 km/h) poco antes de que Tadej Pogacar empezar a dejar claro, desde el primer paso cronometrado, que había venido a poner las cosas en su sitio en el Tour 2021 con otra contrarreloj descomunal. Con la que suma además su novena victoria de la temporada.
Mañana jueves la 6ª etapa -entre Tours y Châteauroux, con un recorrido llano de 160,4 kilómetros- supondrá una nueva oportunidad para los velocistas.
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