El primero en advertirlo fue Sebastián Unzue, del staff del Movistar Team, al final de la última etapa del Tour Femmes, quien reprochó la actitud que había mostrado el Team SD Worx durante los pinchazos de Annemiek van Vleuten en esa última jornada.
La holandesa tuvo varios problemas mecánicos con su bicicleta a lo largo del recorrido, principalmente en el descenso de la Côte d'Esmouliéres y en las primeras rampas de Ballon d'Alsace, y eso lo aprovechó el cuadro de Anna van der Breggen.
La propia Demi Vollering (Team SD Worx), consciente de los pinchazos de Van Vleuten, tomó la iniciativa y aumentó el ritmo del pelotón para evitar que la líder el Tour Femmes pudiera volver otra vez al gran grupo, cosa que finalmente sí que sucedió.
Respecto al gesto, no pasó desapercibido para Annemiek van Vleuten en su conversación con NOS: "El juego limpio es muy importante, si hubiera pinchado Demi yo la hubiera esperado. Algunos equipos deberían tomar ejemplo de Jonas Vingegaard en el Tour masculino".
"Longo Borghini también tuvo mala suerte un par de días antes y el Team SD Worx aceleró la marcha. Nosotros, como equipo, pensamos que es un gesto feo que genera antipatía", prosiguió Van Vleuten.
Ellen van Dijk (Trek) se vio implicada en la decisión del Team SD Worx y acudió a pedir perdón a Annemiek van Vleuten. Tras eso, comentó que "no me gustó nada, vi que Van Vleuten se había cortado y varias compañeras empezaron a gritarme que aumentara el ritmo, que era la más fuerte rodando".
"Al final, no tuve más remedio que empezar a relevar junto con las chicas del Team SD Worx. Una vez que la líder volvió a contactar, me alegré. Cuando pasó a mi lado le comenté lo que había sucedido y me disculpé con ella", finalizó.