Tras ser segundo en las tres primeras etapas del Tour, el belga Wout van Aert ha levantado por fin los brazos en la 4ª, disputada entre Dunkerque y Calais sobre 171,5 km. Lo ha hecho tras culminar a lo grande una nueva exhibición colectiva de su equipo, que ha destrozado la carrera en la última de las seis cotas que presentaba la jornada, Cap Blanc-Nez, de 900 metros al 7,5%, que se coronaba a 11 km de la meta en Calais.
En el inicio de la misma acababa la aventura de Anthony Perez (Cofidis) -fugado muchos kilómetros junto a Magnus Cort- y empezaba la brutal ofensiva del Jumbo-Visma (similar a la que lanzaron en la París-Niza), primero con Nathan Van Hooydonck, después con Tiesj Benoot y por último con el propio líder. La carrera saltaba por los aires y solo Adam Yates y Jonas Vingegaard aguantaron la explosiva aceleración del belga. Ni Pogacar ni Roglic pudieron seguir su rueda. ¿Será significativo de algo o simplemente una anécdota?
Van Aert coronó con un par de segundos de adelanto sobre el británico y el danés, y se lanzó con decisión a por la victoria. Mientras por detrás se reagrupaban y se reorganizaba la carrera, el belga, vestido de amarillo, volaba a saldar su deuda. Tras una contrarreloj de 11 km, con un pedalear majestuoso, culminaba en Calais una espectacular victoria, la 36ª como profesional del ciclista más completo del pelotón. Entró en meta agitando los brazos, como si fuesen alas.
El grupo principal, comandado por un Jasper Philpsen que se creyó ganador, entró a 8". Con esa diferencia y la bonificación por su victoria, Wout Van Aert amplía su renta al frente de la clasificación general, en la que ahora aventaja en 25" a Yves Lampaert y en 32" a Tadej Pogacar, segundo y tercero. La etapa no dejó muchas diferencias pero sí la sensación de que el Jumbo-Visma puede reventar la carrera en cualquier momento. Hoy lo ha hecho en una cota de apenas un kilómetro.
Mañana los ciclistas afrontarán una de las jornadas más esperadas, y temidas, del Tour 2022, la etapa del pavés, entre Lille y Arenberg, con once sectores de adoquines -para un total de 20 km- que podrían acabar con las esperanzas de alguno de los favoritos. Un día de máxima tensión en el que el objetivo de la mayoría de los aspirantes en la general será, simplemente, "salir vivos" de la trampa del pavés.
Fuga sin batalla
Nada más darse el banderazo de salida saltaban del pelotón el francés Anthnoy Perez (Cofidis) y el danés Magnus Cort (EF Education-Easy Post), quien buscaba seguir sumando puntos en las cotas para afianzar su liderato en la clasificación de la montaña. Una fuga consentida y sin batalla que rápidamente hizo camino hasta alcanzar una ventaja de 6 minutos.
Ésta fue bajando y subiendo en función de las aceleraciones o vuelta a la tranquilidad en el pelotón. Llegó a haber algún pequeño corte a cola del gran grupo, sin mayores consecuencias.
Perez y Cort Nielsen seguían con su cabalgada (alcanzaron una máxima de 7´40”) y el danés pasaba en cabeza por las sucesivas cotas con el consentimiento del ciclista francés de raíces andaluzas. Lo hizo en las cinco primeras del día con lo que elevó a once la racha de cotas superadas de manera consecutiva en primer lugar en este Tour. Con ello batía un registro histórico de Federico Martín Bahamontes, que en 1958 pasó en primer lugar los siete primeros puertos de montaña de aquella edición... aunque entonces fueron auténticos colosos (Aubisque, Aspin, Peyresourde, Portet-d'Aspet...) y no cotas de 4ª categoría.
Fue el Alpecin-Deceuninck el primer equipo que asumió el mando, a falta de 90 km, para imprimir un ritmo más exigente con el que la renta de los fugados empezó a menguar. Se les unieron ciclistas del Lotto-Soudal y Trek-Segafredo, y la ventaja cayó en picado. Les tenían totalmente controlados, mientras en el pelotón sobrevolaba un cierto temor por la amenaza del viento.
A falta de 45 km, con 1´15” de diferencia, Anthony Perez soltó a Cort Nielsen, quien -cumplido su objetivo de sumar puntos para la Montaña- tiró la toalla. Sería reintegrado al pelotón poco después mientras el del Cofidis proseguía su pulso, con escasas opciones de éxito.
La tensión aumentaba según se acercaban a la costa, y todos los equipos querían llevar bien situados a sus líderes. Una aceleración de INEOS acabó con la aventura de Perez justo cuando empezaban a afrontar la cota de Cap Blanc-Nez, de 900 metros al 7,5%. Entonces el Jumbo-Visma lanzó su ataque que destrozó la carrera y que culminó con una hermosa victoria del líder Wout Van Aert, el capo de lo que llevamos de Tour de Francia. Mañana puede ser otro gran día para el belga.
CLASIFICACIONES
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