El ganador de la contrarreloj inicial del Tour de Francia en Copenhague, Yves Lampaert (Quick Step Alpha Vinyl Team), está viviendo un calvario desde la etapa del jueves con final en Alpe d’Huez.
El corredor belga se fue al suelo por culpa de un perro que se escapó hacia la carretera y corre con dolores en la espalda y en las piernas, que se abrasó por el calor y la fricción con la carretera. De hecho, se arrancó un gran trozo de piel del muslo derecho.
Eso, sumado al calor que está viviendo el pelotón estos días, ha provocado que el rendimiento de Lampaert no sea el deseado, sin ir más lejos ayer fue el 127º a 25'21 segundos del ganador de etapa Michael Matthews (Team BikeExchange Jayco).
Cuestionado sobre su condición en la meta de Mende, el belga explicó que "las buenas piernas se han ido pero espera que vuelvan porque a pesar de los dolores en muslo y espalda soy positivo y quiero poder pelear otras etapas".
Lampaert prosiguió explicando que "Lleva su tiempo poder recuperarse de heridas como las que tengo y esta no fue la etapa más fácil en la que reposar. Espero que pueda mejorar rápido, pero tengo dudas".
"El calor lo empeora, ahora mismo llegar a la línea de meta ya es una lucha para mí. Por eso ni siquiera pienso en la tercera semana de carrera, de momento solo quiero que llegue el día de descanso", continuaba el de Izegem.
Sobre la etapa de hoy, comentó que "mañana en la etapa 15 tenemos una pequeña posibilidad de un sprint masivo y podría hacer algo, pero la próxima semana también me concentraré en los sprints".
Por último, le preguntaron sobre su accidente del jueves, del que Lampaert explicó que "no recuerdo mucho, solo sé que vi un perro en la carretera, que el compañero de delante frenó de golpe y que yo acabé en el suelo".
"Ya ha sucedido esto antes en el Tour de Francia y no es para nada gracioso. Si no era un amante de los perros antes, ahoro mucho menos", finalizó Lampaert.