Lluís Mas, el nuevo niño prodigio del ciclismo español, ha encontrado rápidamente un hueco entre los más grandes en las filas del equipo Burgos Monumental, un logro que a la mayoría les supone años de esfuerzo. Este mallorquín de sólo 19 años, que se defiende como pez en el agua en la lucha contra el crono y en etapas con viento y repechos, sigue los pasos de otros ejemplos de precocidad de nuetro ciclismo como Eduardo Chozas, Miguel Indurain o Alberto/> Contador.
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