La Vuelta más triste ha tenido un final surrealista. No hubo podio oficial pero si un podio alternativo. Lo montaron los propios equipos, por iniciativa del Visma Lease a Bike, en el parking del hotel Marriot. Usando una de las lonas que se usan para las entrevistas de televisión y con un podio montado con unas neveras a las que les pintaron los números, Vingegaard, Almeida y Pidcock posaron juntos. Incluso se escuchó el himno nacional de Dinamarca y se abrió el champán.
No falto nadie porque, además de los tres primeros de la general, también subieron al podio de las neveras Jay Vine (ganador de la montaña), Matthew Riccitello (mejor joven) y Mads Pedersen (maillot verde de la regularidad). Y, por supuesto, el UAE al completo, que ha sido el mejor equipo de la Vuelta. Quién iba a pensar que la celebración del 90 aniversario de la Vuelta tendría un final tan triste....con un podio montado en un parking en lugar de en la Plaza de las Cibeles.
Jonas Vingegaard fue el centro de atención de la fiesta del Visma. El director del equipo le impuso el maillot rojo y de 'afición' ejercieron sus propios compañeros, los técnicos, auxiliares de la formación y algunos invitados de los equipos laureados. El doble campeón del Tour hizo historia al ser el primer danés en el libro de oro de la Vuelta.