Hasta este momento habíamos homenajeado a través de nuestro serial fotográfico a alguno de los más grandes vueltómanos de la historia -Indurain, Perico, Hinault, Fignon o Pantani- pero este deporte, por fortuna, va mucho más allá. Clásicomanos, contrarrelojistas y sprinters también merecen su lugar y si buscamos dentro de este último grupo un nombre sobresale por encima del resto. Mario Cipollini, una figura que si no hubiera existido, habría que haberla inventado.
Tan querido como odiado, tan exitoso como excéntrico y polémico, Mario Cipollini es considerado por muchos como el mejor sprinter de todos los tiempos. Il Bello domino las llegadas masivas en la década de los 90 y extendió su reinado hasta principio de los 2000, época en la que consiguió dos de los grandes logros de su carrera: el arcoíris de campeón del mundo y la Milán-San Remo, ambos cosechados en 2002.
Desde sus inicios, El Rey León, como también era apodado, se distinguió por sus excentricidades tanto en carrera como fuera de ellas. Fue el primero en usar culotes del mismo color que el maillot de líder que portaba, acostumbró a sorprender con extraños diseños en las etapas prólogo –para el recuerdo queda aquel mítico modelo que simulaba la musculatura del cuerpo- y abogo por el uso de maillots sin mangas. Todo ello, tras pagar las correspondientes multas de la UCI por no respetar el código de vestimenta.
Su actitud fuera de la bicicleta, provocadora y extravagante, y su éxito entre el sector femenino, especialmente con las azafatas de los podios, granaron una fama de playboy a Cipollini que agrandó aún más su poder mediático y su leyenda. Il Bello era una superestrella en Italia y todo lo que le rodeaba era Show business.
Pero no todo fueron luces en la carrera de Mario. Uno de sus momentos más oscuros fue la agresión que propino a Francisco Cerezo durante la Vuelta a España del 2000 en el control de firmas de la quinta etapa. Cipollini y Cerezo tuvieron un roce en la etapa previa durante un abanico y el italiano resolvió el conflicto a la mañana siguiente con un tremendo puñetazo en el ojo, que a parte de un buen moratón al corredor español, provoco que la ronda española decidiera expulsarle de la carrera. Otros celebres polémicas protagonizadas por el Il Bello fueron su abandono prematuro de la Vuelta tras disputar una sola etapa para que invitaran a su equipo, su pasividad ante las etapas de montaña –en las que solía retirarse- o sus roces con sus lanzadores.
Cipollini era distinto, era espectáculo, y gustará o no, es indudable que ayudó a popularizar y hacer aún más grande este deporte y por ello rendimos con esta galería fotográfica un homenaje a su carrera deportiva.
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Las cifras de Mario Cipollini
Grandes Vueltas
- 42 victorias de etapa en el Giro de Italia
- 2 veces ganador de la clasificación de la regularidad en el Giro de Italia
- 12 victorias de etapa en el Tour de Francia
- 3 victorias de etapa en la Vuelta a España
· Vueltas por etapas
- 8 victorias de etapa en las París-Niza
- 4 victorias de etapa en la Tirreno-Adriático
- 3 victorias en el Tour de Romandía
· Pruebas de un día
- 1º Milán-San Remo en 2002
- 1º Campeonato nacional italiano en 1996
- 1º en la Gante-Wevelgem en 1992,1993 y 2002
- 1º en la E3 Prijs Vlaanderen en 1993
- 1º en la Scheldeprijs en 1991 y 1993
Campeonato del Mundo
Campeón del Mundo en ruta en 2002
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