A sus 36 años Geraint Thomas (INEOS Grenadiers) está a punto de iniciar su 17ª temporada como profesional. Hace un mes el ciclista gales ya apuntó a la posibilidad de cambiar el Tour de Francia por el Giro de Italia en la que posiblemente será su última campaña en el pelotón.
Pese a su tercer puesto en el pasado Tour -carrera que ganó en 2018 y en la que fue 2º en 2019- Thomas parecía tentado de hacer un calendario alternativo. “Ni siquiera sé si haré el Tour o tal vez el Giro. Está todo en el aire. No me importaría hacer algo diferente", decía antes de conocerse los recorridios de ambas grandes vueltas. Unos recorridos que, una vez desvelados, le acercan todavía más a la corsa rosa, según ha reconocido a Cyclingnews en Saitama (Japón), donde este fin de semana ha participado en un Criterium de Saitama en el que ha sido 3º, por detrás de Jasper Philipsen y Jonas Vingegaard.
La falta de kilómetros contrarreloj en la próxima Grande Boucle -solo 22 por los 70 que presenta la ronda italiana- ha decepcionado al galés. "Cuando hice mi primer Tour en 2007 había dos contrarrelojes de más de 50 km [para un total de 109,5 km], por lo que es bastante extremo ir hacia el otro lado (...) Esos días de contrarreloj también son grandes etapas icónicas, como pueden ser algunas etapas al sprint. Creo que es decepcionante que no haya más [contrarreloj]", dice Thomas.
El recorrido del Tour parece reforzar su convicción de que el Giro de Italia es la gran vuelta que debe correr en 2023. "Eso es lo que estaba pensando de todos modos. El Giro es menos intenso, y me gustaría correrlo otra vez", reconocía a Cyclingnews.
Thomas ha corrido 12 veces la ronda francesa, habendo pisado los tres cajones del podio, mientras que el Giro solo lo ha disputado en cuatro ocasiones: en 2008 acabó en el puesto 118, en 2012, el 80º, y en 2017 y 2020 tuvo que abandonar. Hace dos años, un bidón que rodaba por el suelo en el tramo neutralizado de la 3ª etapa fue el causante de la dura caída que le obligó a dejar la carrera italiana con una pequeña fractura en la pelvis."En 2020 me sentía en muy buena forma. Me hubiera encantado ver lo que podría haber hecho". Y en 2017 otra caída provocó su abandono en la 13ª etapa. El galés tiene por tanto asuntos pendientes con la corsa rosa, que podría intentar saldar en el que apunta a ser el año de su despedida.
"Es una carrera que siempre he disfrutado, aunque me caí las últimas dos veces que la he corrido. Sería bueno volver y terminarla", dice Geraint Thomas, quien sin embargo no se quiere poner más presión de la necesaria. "Simplemente trataría de llegar en la mejor condición posible, y a partir de ahí ir viendo si voy a por etapas o a luchar por la general, al igual que hice en el Tour de este año. Pero realmente me gustaría hacer el Giro", dice.