Se esperaba una jornada tranquila -la única de cierta tregua en una semana infernal en el Giro- pero salió rápida y nerviosa, terminando con una notable media de 46,6 km/h. Una etapa desconcertante que ha visto triunfar una fuga de cuatro que pareció en todo momento abocada al fracaso.
Pero Edoardo Affini, (Jumbo-Visma), Dries de Bondt (Alpecin-Fenix), Davide Gabburo (Bardiani-CSF-Faizané) y Magnus Cort Nielsen (EF Education-Easy Post) creyeron en sus posibilidades y se aprovecharon del descuido de los equipos de los velocistas, que han perdido su última oportunidad en este Giro. El cuarteto llegó a la recta de meta en Treviso con apenas 20" de ventaja, suficientes para dirimir la victoria en una volata intensa que quedó en un mano a mano entre Affini -uno de los mejores contrarrelojistas del pelotón-, y el rodador De Bondt, quien se llevó el gato al agua para anotarse su sexta victoria como profesional y dar al Alpecin-Fenix la tercera en este Giro, tras las logradas por Mathieu van der Poel y Stefanio Oldani.
A 14" llegaba el grupo principal, encabezado por Alberto Dainese, y en él no estaba Jai Hindley, quien entró tranquilo un minuto después. Se había cortado dentro de los 3 últimos kilómetros por un problema mecánico, por lo que la pérdida de tiempo no le cuenta para la clasificación general, en la que sigue segundo a 3" de Richard Carapaz. Mikel Landa es tercero, a 1´05", con el podio casi asegurado tras el abandono de Joao Almeida, "Ahora no habrá miedo para atacar en las próximas etapas de montaña. Si mañana veo oportunidad, atacaré. Queda Giro", dijo en meta. Su compañero Pello Bilbao asciende a la 5ª posición, a 6´19".
Quien sí cedió tiempo fue Juanpe López, que quedó cortado a unos 35 km de meta, producto del ritmo de locura que los equipos de los velocistas pusieron en la parte final de la etapa, buscando una caza que no se materializó. Pese a que el Trek-Segafredo se vació para intentar reintegrarlo, perdió más de dos minutos y medio con el grupo principal, pese a lo cual sigue liderando la clasificación de los jóvenes, ahora con 5´05" de ventaja sobre Santiago Buitrago. Thymen Arensman entró con él, y es tercero en esta clasificación a 6´46" del lebrijano, que mañana volverá a vestir la maglia blanca.
Adiós de Joao Almeida
La jornada arrancó con la sorpresa por el abandono del portugués Joao Almeida, positivo por COVID, que acerca de manera casi definitiva a Mikel Landa al podio de Verona y daba a Juanpe López el liderato de la clasificación de mejor jóven. Hoy ya vistió de blanco. Estaba cantada una fuga en los primeros instantes de la etapa y cristalizó pasado el kilómetro 5 con Edoardo Affini, Dries de Bondt, Davide Gabburo y Magnus Cort Nielsen. quien con victorias en el Tour (1) y La Vuelta (6) buscaba entrar en el selecto club de ciclistas con éxitos en las tres Grandes. Se quedó muy cerca.
Los equipos de los hombres rápidos parecían decididos a no desaprovechar la última oportunidad que les brindaba este Giro, y buscaron tenerles controlados, no dejándoles coger más de dos minutos y medio. Hasta cuatro equipos partipaban activamente en las labores de control: el Groupama-FDJ de Arnaud Démare, el Quick-Step de Mark Cavendish, UAE Team Emirates de Fernando Gaviria y el Team DSM de Alberto Dainese. A 100 km de meta les tenía a 1´30”. Todo parecía bajo control, pero un exceso de confianza les hizo levantar el pie... y la brecha volvió a aumentar.
El trazado de la etapa solo presentaba una dificultad reseñable, corta pero explosiva, el muro di Ca´del Poggio (de 1,1 km al 12,3%, a 54 de meta), que no deparó movimiento alguno. A partir de ahí les esperaba una larga llanura -terreno apto para la alta velocidad- en la que el pelotón se dio cuenta que habían cedido más de lo debido. Incrementaron de manera notable el ritmo, pero delante tenían cuatro purasangres que ofrecían más resistencia de la esperada: 2´30” a falta de 45 km.
Mientras el Trek-Segafredo intentaba acercar a Juanpe López, cortado, al grupo principal, en éste los equipos de los velocistas volaban para intentar dar caza a los fugados, que resistían de manera admirable. Les falló la calculadora y ganó la fuga. El sprint reducido en Treviso coronó a Dries de Bondt, campeón de Bélgica en 2020, quien a sus 30 años logra su primer triunfo en una carrera World Tour.
Mañana regresa la montaña en una 19ª etapa (Marano Lagunare-Santuario di Castelmonte, de 178 km) que vivirá un nuevo episodio en la lucha por la maglia rosa. entre Carapaz, Hindley y Landa. La primera subida será a Villanova Grotte (3,7 km al 8%), seguido por el Passo di Tanamea. Después los ciclistas entrarán en Eslovenia a través del Paso de Uccea, que conduce directamente a Kobarid (conocido en Italia como Caporetto). Aquí comienza una subida muy exigente, Monte Kolovrat, de 10 km al 9,2%, que seleccionará mucho la carrera. En terreno de descenso se regresa a suelo italiano para comenzar la subida final al Santuario de Castelmonte, de 7,1 km al 7,8%, con pendientes máximas del 14%.
CLASIFICACIONES