En la distancia pero cerca. Así es como Jorge Azanza esta viviendo este Tour de Francia. Y también empezando a vibrar. El técnico navarro vive pendiente de su equipo, el Euskaltel-Euskadi, con el que afronta la última parte de esta extraña temporada marcada por el coronavirus, y con el otro ojo puesto en la ronda gala y en su amigo y patrón del equipo naranja, Mikel Landa.
Azanza no duda en señalar que Landa, con quien tiene contacto directo, “cuando tenga oportunidad, nos va a hacer levantarnos del sillón, seguro”. Y sueña “con verle en el cajón de París”, objetivo que cree que es alcanzable por el de Murgia: “Junto con Roglic y Bernal, son los tres corredores más fuertes de cara a la general para mi”, señala. “Está súper motivado y muy confiado”.