Aquellos que realizan su primer acercamiento al ciclocross pueden deducir erróneamente que el mayor diámetro de las cubiertas y los tacos que estas incluyen son las únicas diferencias existentes entre una bicicleta ideada para surcar el barro y otra concebida para rodar sobre carretera. Pero nada más lejos de la realidad: una máquina de ciclocross posee múltiples variaciones, especialmente en la geometría del cuadro, que modifican su comportamiento para dar como resultado una bici todocamino algo más cómoda, estable y robusta.
Ángulo de dirección
Es algo más relajado que en una bicicleta de carretera con la misión de ofrecer mayor estabilidad para poder sortear mejor los bancos de arena o los terrenos pedregosos.
El cuadro
Se encuentra más reforzado en su construcción pues tiene que aguantar el trabajo al que se ve sometido por los caminos. En consecuencia, son ligeramente más pesadas.
Horquilla
Más larga y ancha para permitir el mayor paso de rueda. Por este motivo, se convierten en bicicletas más altas a pesar de tener pipas de dirección relativamente cortas.
El Grupo
Usan grupos de carretera pero con platos de diferente dentado. El montaje típico era el 46/36, pero la llegada de los primeros grupos monoplato amenaza con imponerse, especialmente entre los modelos más orientados a la competición. En cuanto al casete, suele incluir piñones más grandes de los que habituamos a usar en carretera. La aparición de las 11 velocidades ha permitido usar coronas de hasta 32 dientes.
Distancia entre ejes
Son más largas entre ejes en busca de una mayor estabilidad en terrenos complicados.
Altura del Eje de pedalier
Suele estar más alto para evitar choques entre la parte baja del cuadro y ramas, piedras o cualquier otro obstáculo de un camino sin asfaltar.
Cortas en el puesto de conducción
Permite llevar una posición más erguida en la bicicleta, lo que provoca que carguemos menos peso en la rueda delantera.
Frenos
Los frenos de disco hidráulicos ya han ganado la batalla a los tradicionales cantiléver y prácticamente todos los modelos que presentan las grandes marcas, especialmente en sus gamas más altas, montan esta nueva tecnología de frenado. Una tendencia lógica bajo nuestro punto de vista pues los discos, además de asegurar una frenada de calidad independientemente del clima, ofrecen una mejor modulación y evitan la formación de pegotes de barro gracias a su mayor paso de rueda.