Ascensión al Moncalvillo

Uno de los puertos inéditos de la Vuelta a España en la edición 2020

Ascensión al Moncalvillo
Ascensión al Moncalvillo

Si visitas esta zona con la intención de explorar la comarca para buscar rincones donde perderte con la bicicleta, dispondrás de lugares muy interesantes para visitar. Desde poblaciones como Santo Domingo de la Calzada o San Millán de la Cogolla, hasta las mejores bodegas de Haro, Labastida, Briones, San Vicente de la Sonsierra, Ollauri… y si te gustan los puertos duros, en un radio de muy pocos kilómetros, además del Moncalvillo, puedes ascender Bernedo, Herrera, Valdezcaray y todos los que se acumulan en las vertientes de la Sierra de la Demanda o la de Cantabria.

El acceso lo puedes realizar a través de la autopista A1, hasta el desfiladero de Pancorbo, donde tomaremos dirección a Logroño.

Si te desplazas desde Vitoria puedes llegar atravesando el puerto de Herrera y desde la capital de la Rioja por la N-232 hasta las inmediaciones e Fuenmayor.

Ascensión al Moncalvillo

Ascensión al Moncalvillo

Subida al Moncalvillo

La mayoría de los recorridos que podemos realizar por esta parte de la Rioja, discurren por los valles que han formado los cursos de los ríos Ebro y Oja. La altitud media de estas depresiones se encuentra entre los 400 y 500 metros sobre el nivel del mar, por lo que, si pretendemos ganar la cumbre del Moncalvillo, estaríamos frente a un desnivel de 1.000 metros.

Ascensión al Moncalvillo

Cruce en la Ermita del Cristo

Como sucede en otras ocasiones, en el gráfico hemos reflejado la parte de puerto que consideramos como tal, pero debéis tener en cuenta que, tanto si accedemos por la carretera de Navarrete, como si lo hacemos desde Lardero o Ventosa, estamos frente a un puerto de unos 20 kilómetros de longitud, aunque en los 10 primeros la pendiente media no supere el 4% de inclinación.

Nuestra subida comienza en la misma entrada de la población de Hornos de Moncalvillo si accedemos desde Navarrete: aquí ya afrontamos rampas sueltas de hasta el 8% de inclinación, que completan un primer kilómetro arrojando un promedio del 5%. Cuando dejamos atrás las últimas casas de Hornos, llegamos a la ermita del Cristo, el único lugar donde poder reportar agua antes de iniciar la subida definitiva.

Ascensión al Moncalvillo

Rampas de hasta el 16% de inclinación

Pasado el primer kilómetro aparecerá a nuestra derecha una pista forestal asfaltada en la que descubriremos la indicación “Vista panorámica Sierra de Moncalvillo"; giramos y continuamos pedaleando por una carretera más estrecha, pero que goza de un firme en muy buen estado. Los dos primeros kilómetros discurren entre prados pero, al girar en una curva de gran radio hacia la izquierda la pendiente sufre un incremento notable, que no nos abandonará hasta la cumbre. La medición, para una más fácil comprensión de la dureza, la hemos promediado con una resolución horizontal de 500 metros, pero hay infinidad de rampas sueltas que se escapan al dibujo que superan el 14% de inclinación.

La parte más dura del puerto la encontraremos después de atravesar una rejilla metálica, instalada para impedir el paso de ganado, que hay franqueando un portillo. Tras zonas muy largas con más del 10% de pendiente recorreremos 3 curvas en herradura donde se sitúan los tramos más duros de la ascensión.

Ascensión al Moncalvillo

Cumbre del Moncalvillo

Dos kilómetros previos a la cumbre, justo antes de rodear una cornisa que sirve de balcón inigualable del centro de la Rioja, nos encontramos con una rampa de 100 metros que alcanza el 16% de inclinación. Al superarla entramos en un denso pinar que nos llevará hasta la torre de comunicaciones que marca la cumbre del Moncalvillo.

Ascensión al Moncalvillo

Cartel junto al vértice geodésico de la cumbre

Junto a esta estructura metálica encontraremos el hito, instalado por el Servicio Geográfico Nacional, que sirve como referencia para calar los altímetros a 1.491 metros.


Dani Clavero

Aquella Vuelta a la Rioja

Aunque lejana, recuerdo algunos detalles importantes de la segunda etapa de la Vuelta a la Rioja de 1994. Era mi segundo año de profesional, Félix García Casas todavía no había pasado a nuestra categoría y todavía estaban en activo algunos históricos de la talla de Johan Bruyneel, Erik Breukink o Fede Echave.

La etapa no era demasiado larga, con menos de 140 kilómetros entre Calahorra y el Alto del Moncalvillo, entonces esta vuelta se disputaba en septiembre: hacía mucho calor y por los valles entraba un aire tremendo que, unido al perfil rompepiernas de las tierras riojanas, hicieron una etapa muy dura.

Ascensión al Moncalvillo

Dani Clavero, protagonista en la ascensión al Moncalvillo en la Vuelta a la Rioja de 1994

El Moncalvillo era un puerto muy exigente y estaba mal asfaltado; el año anterior tuve una caída al derrapar con la tierra que se mezclaba con los agujeros de la carretera y me tuve que retirar. Era el terreno ideal para que El Chaba hiciera lo que hizo: lanzó un ataque tremendo en las primeras rampas del puerto; un desprevenido Alex Zulle sufrió las consecuencias.

El tercer puesto de ese día nos lo disputábamos David García y yo, que atravesamos la línea de meta en el mismo segundo, aunque yo fui el que se llevó el bronce. Por detrás llegaban García Casas, con cerca de un minuto perdido, con Uría y Bruyneel bastante descolgados.

El Moncalvillo sería la clave de aquella Vuelta a la Rioja, proclamándose vencedor de la general El Chaba, con 14 segundos sobre Zülle (en el Moncalvillo consiguió una renta de 20 segundos), 15" sobre David García y 33" sobre mi.