Aunque para los que llevan muchos años montando en bici pueden ser cosas de perogrullo, en estos últimos tiempos el cicloturismo se está nutriendo de una nueva hornada de practicantes provenientes de otros deportes como el triatlón, la carrera a pie o que directamente se inician en el ciclismo. Un denominador común entre ellos es que no han ido bebiendo de esa cultura que envuelve este deporte: la competición, escuelas, peñas ciclistas, etc., sino que se lanzan a pedalear ya porque la bici está de moda, porque es una actividad no lesiva o atraídos por alguien que les ha hablado de las bondades del pedaleo. Son ciclistas a los que nadie ha enseñado las normas de convivencia que rigen cuando se comparte ruta y que llega a provocar tensiones personales. Estas son las normas que todo ciclista elegante debería conocer.
1. SALUDARÁS AL RESTO DE COMPAÑEROS
En la carretera y sobre la bici estamos todos en el mismo barco, compartiendo satisfacciones y miserias. No cuesta nada hacer un gesto de saludo a aquellos con los que nos cruzamos o decir un “hola", “aúpa", “venga" a aquellos que sobrepasamos. Un caso especial es cuando, tras un cruce o porque nos alcancen, nos unimos a una grupeta grande. Es un poco feo colocarte a rueda sin decir nada.
2. OBSERVARÁS ANTES DE HACER
Cuando nos metemos en una grupeta que no es la nuestra no está bien visto plantarse en la mitad, ponerse a tirar al ritmo que mejor nos parezca o mucho menos pedir que se adapte la velocidad a nuestro gusto. Nos pondremos a rueda los últimos y nos fijaremos en la forma de actuar del grupo y respetaremos su ritmo. Tras un rato ahí es cuando, si lo estimamos necesario, colaboraremos en los relevos.
3. NO SERÁS UN SATÉLITE
O lo que es lo mismo, no irás orbitando alrededor de los otros ciclistas de la grupeta, algo muy habitual cuando se aprieta el ritmo y los que van un poco justos empiezan a echarse encima del ciclista de delante por un lado, por otro, a descolgarse un poquito o a ponerse delante porque no les parece bien el ritmo por demasiado rápido o demasiado lento, incordiando a los que tiran del grupo y provocando situaciones de riesgo.
4. RESPETARÁS EL ESFUERZO DE LOS DEMÁS
Es de un tremendo mal gusto, salvo que ruedes con personas de total confianza y pretendas hacer la gracia, apretar al final de una subida larga para coronar el primero cuando has ido a rueda todo el camino. Lo mismo se puede aplicar a aquellos que esprintan en cada línea pintada en el suelo tratando de demostrar algo.
5. PENSARÁS EN LOS OTROS
No vamos solos en la grupeta, aunque muchos rueden como si lo hicieran. Por ello no debemos olvidar señalizar cada obstáculo en la calzada a los que vienen detrás, indicar los cambios de dirección, mantener la línea sin dar bandazos, no tirar la bici hacia atrás cuando nos ponemos de pie. También nos mantendremos a rueda del que nos precede sin abrirnos ni apelotonarnos cuando el ritmo baja en las subidas.
6. NO METERÁS RUEDA
Es muy habitual cuando dos ciclistas van tirando de un grupo en paralelo que aquello se convierta en una competición. Uno tensa un poco más y adelanta la rueda, el otro se pone a la par o incluso aprieta otro poco. Los de detrás pagan el pato y el grupo acaba en muchas ocasiones destrozado. Ritmo constante y si no puedes mantenerlo ve para atrás y que pase otro a trabajar.
7. TUS ENTRENAMIENTOS SON TUYOS
En estos tiempos de medidores de potencia y salidas planificadas no son pocos los que pretenden realizar sus series y trabajo específico sin dejar de salir con los compañeros. La grupeta no es el mejor sitio para hacer este tipo de entrenamientos y los demás no tienen por qué adaptarse a ti teniéndote que esperar cuando toca recuperar y perseguir cuando aprietas. Hay que adecuarse al ritmo del grupo.
8. EL ACOPLE CUANDO VAYAS SOLO
Muchos recién llegados al ciclismo provienen de la disciplina del triatlón y llevan su bici equipada con acople. El problema viene cuando hacen uso de él en medio de una grupeta, dejando las manos alejadas de los frenos y yendo ellos colocados en una posición de menor control. No hay que imaginar lo que puede ocurrir en caso de un frenazo repentino. A colación de esto es importante recordar que hay que rodar siempre atentos a lo que hacen los que nos preceden, ya que no son pocas las caídas que se producen simplemente por ir despistados.
9. SÉ AUTOSUFICIENTE
Pocas cosas son miradas tan mal como el típico gorrón que sale con medio bidón de agua, nunca lleva comida o cuando sufre un pinchazo lo primero que hace es pedir una cámara o una bomba porque no quiere cargar con ese peso extra. En muchos casos, además suele ser el que lleva la bici hecha unos zorros y, claro está, tiene todas las papeletas para sufrir una pájara, una avería, etc. Los demás no tienen por qué soportar esa desidia.
10. PUNTUALIDAD, POR FAVOR
Si se queda para salir a las 9:30 es a esa hora, y no 10, 15 o 30 minutos más tarde. A todos nos cuesta madrugar un sábado o un domingo después de toda la semana trabajando, pero menos nos gusta aún tener que esperar en pleno invierno.