Es parte de la naturaleza humana el interés por lo desconocido y embarcarse en aventuras para explorar y conquistar nuevos territorios. El 20 de julio 1969 es considerada una de las fechas más célebres de la Historia cuando el Apolo 11 llegaba a la Luna y el comandante Neil Armstrong pisaba por primera vez el suelo lunar. 49 años más tarde, el 8 de julio de 2018, se ha producido otro hito en la lucha del hombre por la conquista del espacio.
Nestor Arana ha sido la primera persona en pisar Marte y, no contento con ello, ha decidido ascender hasta el punto más alto del planeta rojo, el monte Olimpo (Olympus Mons) con una altura de 21.287 m, siendo además la montaña más alta conocida en el Sistema Solar. Como imaginaréis, Nestor no ha viajado realmente hasta allí, pero a bordo de su nave, una Orbea Orca, ha ascendido el mismo desnivel positivo que tiene la montaña marciana en una etapa al estilo del ya conocido reto Everesting. Es decir, subiendo y bajando un puerto por su misma vertiente hasta conseguir ese desnivel.
En 2015, Nestor ya superó el reto Everesting al ascender 21 veces y media el alto de Erlaitz en la localidad gipuzkoana de Irún, donde ha nacido y reside este “loco” ciclista. En esta ocasión, para superar el Reto Olympus Mons, se ha decantado por el mismo puerto, un puerto que conoce muy bien y que es bastante apropiado, ya que en apenas 3,8 km se ascienden 418 metros de desnivel. Para conseguir los 21.287m esta vez habría que subir Erlaitz en 51 ocasiones.
El pasado sábado 7, a las 3:00 am, comenzaba la expedición. Con ritmo tranquilo y algunas paradas en las que aprovechaba para avituallarse y descansar fue superando cada subida hasta completar las 51 ascensiones y esos 21.287metros de desnivel, haciendo cumbre en el Monte Olimpo a las 19:00 del domingo día 8.
Reto solidario
Aprovechando la originalidad de la aventura, Nestor decidió hace unos meses convertir el reto en un evento solidario y recaudar fondos para la escuela de ciclismo del Club Ciclista Irunés en la que pedalea su hijo Oier. (Uno de los momentos más emotivos del fin de semana fue cuando en una de las últimas subidas, los infantiles y alevines del club se unieron a Nestor para completar los últimos metros y coronar juntos el puerto).
El objetivo se consiguió por partida doble, ya que además de superar el reto, se ha recaudado una buena cantidad de euros con la venta de rifas para sorteo de material donado por marcas como Etxeondo, Orbea y Polar. Además, durante todo el fin de semana, se colocó una carpa en el alto de Erlaitz donde muchas personas se acercaron y pudieron degustar algunos pintxos y bebidas dejando la voluntad.
Plagiando la frase de Neil Armstrong cuando pisó la Luna, podríamos decir que ésta ha sido “una pequeña pedalada para el hombre, un etapón para la humanidad”