Y es que desde la organización de esta marcha que este pasado sábado 11 de junio cumplió con su quinta edición, parecen haber dado con la piedra filosofal para contentar a todos, desde el cicloturista que únicamente aspira a pasar un buen día sobre su bicicleta hasta el ciclodeportista que busca mejorar sus marcas. Todos ellos tienen cabida en una marcha en la que, aunque el ritmo es libre, no se toman tiempos. Solo en la ascensión al último de los puertos, el coloso Larrau se establece la cronoescalada Cronolarrau donde los más competitivos pueden exprimir sus fuerzas.
El día acompaño a los 1100 cicloturistas que se dieron cita en la preciosa localidad de Ochagavía en el navarro valle de Salazar, acceso al bosque de Irati que da nombre a esta marcha. En los primeros kilómetros la marcha estuvo precedida por la Iratí Extrem Txiki, un mini recorrido de apenas unos pocos kilómetros donde los más pequeños son los protagonistas. Nada menos que 100 chavales participaron en ella. En el vecino pueblo de Ezcaroz para una vez ahí ya lanzarse la marchas en un durisimo recorrido con las ascensiones a los altos de Jaurrieta, Erremendía, Abaurreagaina, Muro de Orbaitzeta, Azpegi, Artaburu/Errozate, Surzai Lepoa, Irati/Bagargi y Larrau.
La meteorología acompañó a los participantes pudiendo disfrutar de los increíbles paisajes por los que transcurre el recorrido.
En la Cronolarrau, participaron 900 de los cicloturistas alzándose con la victoria el local Eñaut Ochoa, que con un estratosférico tiempo de 40 minutos 7 segundos establecía un nuevo record de la prueba, mientas que en féminas la más rápida fue Alba Xandri con un tiempo de 57:53.
Tras la marcha los participantes pudieron reponer sus fuerzas con abundante pasta y el servicio de masaje que ofreció la organización.
Podéis consultar las clasificaciones completas aquí
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