Si en 2010 el pelotón de foreros de esta página web decidió convocar la marcha invernal "La Siberiana" en la localidad alavesa de Laguardia, en la presente temporada se decidió organizarla en Aínsa, la cabecera de la comarca natural del Sobrarbe, un balcón privilegiado del Pirineo de Huesca.
Por motivo de horarios de trabajo de alguno de los asistentes, la marcha se celebró el domingo día 20 de febrero, aunque ya el sábado un nutrido grupo de participantes aprovecharon para dar unas pedaladas por Puértolas, en las inmediaciones del Barranco de Escuaín. De manera casual, los que se acercaron el sábado 19 hasta Aínsa, también pudieron disfrutar de la IV muestra y degustación de la trufa, "Trufa-Te", que consistía en una muestra gastronómica, ubicada en la plaza medieval de la villa oscense, en la que participaban todos los restaurantes de este enclave.
El "cuartel general"
Desde el mismo momento de la convocatoria, allá por el mes de noviembre de 2010, nuestros foreros residentes en la zona buscaron un lugar donde pudiéramos alojarnos los foráneos y así disfrutar de tertulias, conocer a las personas con las que exclusivamente nos habíamos comunicado por internet y disponer de un lugar de contacto para rematar los cabos que pudiera haber sueltos de la organización de la kedada cicloturista. El Hotel Sánchez sería el lugar elegido. Su propietario, José Luis, al enterarse de nuestras intenciones, se puso a nuestro servicio y, como buen conocedor de la comarca y deportista a ultranza, nos dio todo tipo de facilidades para que nuestra estancia en Aínsa fuera inolvidable. También los miembros del Club Atlético Sobrarbe se implicaron en "La Siberiana", consiguiendo que tuviéramos acceso a las instalaciones del polideportivo y coordinando la comida que organizaríamos al final de la marcha.
La meteo a favor
Aunque el carácter de la Siberiana tiene como objetivo principal desafiar al frío, hay otros acontecimientos meteorológicos que son poco halagüeños cuando se trata de montar en bicicleta. La inestabilidad de los días precedentes a la marcha, con nevadas intensas en la región del Sobrarbe, y la tormenta que soportamos durante la tarde anterior, no vertían buenos presagios.
El domingo 20 de febrero amaneció con un espeso manto de niebla y, aunque el termómetro flirteaba con temperaturas un par de grados superiores al cero, la sensación térmica era de frío intenso.
A las 9:30 de la mañana 53 cicloturistas estábamos preparados en el aparcamiento del polideportivo de Aínsa y, tras escuchar algunos consejos de nuestro anfitrión Ángel (Ginio, en el Foro), comenzamos a pedalear entre tinieblas.
La niebla era espesa y en los primeros 20 kilómetros, hasta llegar al cruce de Ligüerre de Cinca, la visibilidad no permitía disfrutar del paisaje pero, al ascender hacia Palo, superamos la barrera de nubes y pudimos disfrutar del espectacular paisaje de los barrancos y vaguadas que salpicaban la panorámica más cercana.
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