El 25 de mayo se dieron cita en la localidad de Graus más de 2.000 cicloturistas procedentes de toda la geografía española, y otros de fuera de nuestras fronteras, con el fin de participar en la XIII edición de la Marcha Cicloturista Puertos de la Ribagorza. En ella se puede optar por pedalear entre dos recorridos. El trazado más largo cuenta con 200 kilómetros y el corto alcanza los 133 km. Ambos recuperaban su recorrido original después de los cambios del año anterior, motivados por las obras en el puerto de Serrate-Vilas del Turbón.
Novedades positivas
Hubo algunas variaciones en lo referente a la prueba que fueron muy bien acogidas por los participantes, ya que se evitaba el paso por la localidad de Villacarli, con el consecuente ascenso, y se modificaba la llegada con el fin de eliminar dos giros antes de cruzar la misma, tratando de eliminar riesgos para los cicloturistas. Otro de los cambios más significativos fueron los cortes de tráfico a la circulación en algunos de los tramos por donde discurría la marcha cicloturista, con lo que se garantizaba la seguridad de los participantes.
Una nueva variante con respecto a ediciones precedentes fue el punto de recogida de dorsales y el lugar donde se celebra la pequeña feria en el día anterior a la marcha, un emplazamiento de fácil acceso con una amplia zona de parking muy bien señalizada por voluntarios de la organización.
Y llegó la hora de salida. El trabucazo tenía lugar a las ocho y media de la mañana con una temperatura inferior a los diez grados. Un día soleado, fresco y sin apenas viento que a lo largo de la mañana fue evolucionando a un viento más que molesto e incómodo para los cicloturistas. Y es que como viene siendo habitual en estos últimos años, y especialmente en el recorrido largo, los cincuenta kilómetros finales volvieron hacerse interminables debido al fuerte viento de cara. Aun así, se podrían calificar como sobresalientes las condiciones meteorológicas que acompañaron a la prueba, sobre todo teniendo en cuenta la primavera tan atípica que hemos sufrido en la mayor parte de la geografía española.
Daniel Arnal, del CD Goerna, fue el primero en finalizar el recorrido corto en 3 horas y 27 minutos, mientras el tándem formado por Mikel Azparren y Juan Mari Berakoetxea completaron antes que nadie el trazado largo en un tiempo de 5h.11'18". Según finalizaban, los cicloturistas pasaban a la zona de duchas y se iban congregando en las instalaciones al aire libre para hacer acopio de fuerzas con el menú y bebidas que ofrecía la organización.
Una excelente jornada de cicloturismo en la que una vez más hay que dar las gracias al club organizador porque a pesar de ser una prueba consolidada en el calendario cicloturista de gran fondo, año tras año se siguen superando. Nuestro reconocimiento a todos los voluntarios que en un número cercano a trescientos velaron por la seguridad y el bienestar de todos los participantes.
Y como colofón, no hubo que lamentar caídas de consideración a lo largo de la marcha... salvo la de nuestro amigo Juan Carlos Alvaré, colaborador de CAF y autor de las fotos que ilustran esta página, que ya finalizada la ruta tuvo la mala suerte de caer y fracturarse unas cuantas costillas. Desde aquí le deseamos una pronta recuperación. ¡Ánimo Juan Carlos!