Como cada temporada, convocada por los lectores del Foro de Ciclismo a Fondo, se celebra una kedada en algún rincón de nuestra geografía. En 2014 fue la localidad tarraconense de Tortosa la seleccionada para llevar a cabo esta actividad, contando con la colaboración del hotel SB Corona Tortosa y del propio Ayuntamiento de la localidad.
Las previsiones del tiempo no eran las mejores, y la amenaza de lluvia y fuertes vientos hicieron que muchas de las personas que tenían previsto asistir desistieran pero, aun así, un grupo de una docena de cicloturistas nos juntamos en el aparcamiento del Pavelló Firal de Remolins, desafiando a una mañana lluviosa que sólo confirmaría que, en realidad, estábamos en La Siberiana: una cita en la que los rigores climáticos forman parte de la propia actividad.
En la convocatoria no faltaron, como visitantes de excepción, los hermanos Prades, Edu y Benja, que tuvieron la deferencia de pasar a saludarnos y pedalear durante unos cuantos kilómetros con nosotros: luego continuaron su entrenamiento que, como podréis imaginar, era a un ritmo algo superior al de nuestra marcha.
En ruta
Desde Tortosa hasta Xerta circulamos por la concurrida C-12 para, al atravesar el cruce de esta localidad, girar a la izquierda y continuar por la entretenida carretera de montaña que nos llevaría hasta Prat de Comte en plena sierra de Pàndols-Cavalls. La dificultad montañosa de la ruta estaba por llegar: la ascensión hasta la localidad serrana de Bot, superando rampas que, en momentos puntuales, sobrepasaban el 10% de pendiente. Nada que fuera preocupante, ya que toda nuestra atención se centraba en el espectacular paisaje que nos rodeaba. Desde aquí agradecer a Jaime Nadal, "Sunneo" en nuestro foro, la fantástica logística que aportó a la kedada: desde la selección del hotel y el itinerario, hasta lograr coordinar actividades culturales paralelas.
Al dejar atrás Bot la ruta mostraba un perfil con predominancia descendente que, al atravesar Gandesa, se acentuaría aún más. Tras un rápido descenso por la C-43 atravesamos el Ebro y llegamos a Benifallet, entre naranjos y huertas rebosantes de verdor, con el río Ebro siempre presente a nuestra margen derecha. Una pequeña "tachuela" de un par de kilómetros nos permitiría atravesar las estribaciones de la sierra de Cardó-el Boix, un mirador privilegiado de la depresión donde está ubicada Tortosa, daría paso a un descenso mantenido hasta recuperar el punto de partida.
La climatología fue condescendiente durante toda la ruta, incluso en momentos puntuales vimos lucir el sol pero, a los pocos minutos de saborear el aperitivo, una lluvia intensa (ver el final del vídeo) nos recordó que el verano todavía está muy lejos.
A la comida programada en el hotel SB Corona Tortosa asistieron una treintena de personas (familiares y acompañantes de los cicloturistas) y, al terminar, fuimos invitados por las autoridades municipales a visitar el Museo Municipal, donde pudimos descubrir todos los secretos históricos y monumentales que esconde esta magnífica población en la que pudimos sentirnos durante este fin de semana como en nuestra propia casa.