Algunas de las mejores rutas en Cataluña

Repasamos algunas de las mejores rutas a dos ruedas del territorio catalán.

Algunas de las mejores rutas en Cataluña
Algunas de las mejores rutas en Cataluña

El ciclismo goza de buena salud en nuestro territorio. Se trata de una disciplina deportiva de masas con una gran inserción en la sociedad. Tanto a nivel profesional, con eventos de primer nivel, como en el ámbito informativo. Los noticiarios siempre suelen ofrecer los resultados de las pruebas y paso a paso están apareciendo también elementos que siempre han estado asociados a deportes de mayor calado.

Destacan la posibilidad de realizar pronósticos en las principales casas de apuestas con eventos de ciclismo, o el surgimiento de podcasts y canales de Twitch relacionados con el deporte de dos ruedas. En estos nuevos canales se comparten teorías, tertulias y previsiones de escenarios que ayudan a amenizar las previas de las pruebas más relevantes. Todo ello es síntoma de que el ciclismo -lejos de mantenerse como un deporte estático- va ganando terreno mediático.

Y uno de los motivos que ha ayudado a su crecimiento exponencial es su accesibilidad. Cualquier persona interesada en realizar esta práctica deportiva puede elegir en qué contexto realizarla. En pareja, con amigos, de forma individual, a larga distancia, a corta... Los límites solo los marca la imaginación. También es necesario seleccionar, obviamente, el espacio donde se lleva a cabo. Con relación a este último aparato, hoy queremos presentaros una serie de rutas con un denominador común: todas ellas se ubican en Catalunya.

Seguidamente, expondremos un listado de itinerarios interesantes, ya sea por las características que presenta su trazado, o por el entorno natural donde se encuentran. Un texto donde descubriremos a los ciclistas noveles espacios para iniciarse; y también daremos alternativas atractivas para los experimentados que quieran cambiar de aires. Opciones para todos los públicos.

Las mejores rutas de Cataluña
Algunas de las mejores rutas en Cataluña / Foto: Unsplash

Para arrancar nuestra aventura geográfica, nos desplazaremos hasta la capital catalana: Barcelona. En la Ciudad Condal existen dos zonas aptas para la práctica del ciclismo. Curiosamente, se sitúan en los límites norte y sur de la ciudad, en dos de los puntos más elevados de la orografía barcelonesa. Collserola, en el norte, y Montjuïc, en el sur. Ambos lugares ofrecen experiencias distintas que seguidamente detallaremos.

Empezaremos por el norte. Es habitual que los fines de semana miles de ciclistas opten por evadirse del caos urbano y se dejen llevar por las maravillas de Collserola. Se trata de una vía de escape que genera un efecto ilusorio, ya que no parece que este lugar natural se encuentre tan cercano a Barcelona. Llaman poderosamente la atención las sensacionales vistas que se pueden obtener desde la montaña, una panorámica perfecta que ayuda a entender el trazado que imaginó Ildefons Cerdà cuando diseñó su obra maestra: el Eixample.

Entre los itinerarios más populares de Collserola destaca la carretera de les Aigües, un camino conformado por diversas pistas horizontales con poca elevación. Otro espacio famoso es la plaza del Doctor Andreu, punto que sirve como puerta de entrada al Tibidabo. La estación de Peu del Funicular de los Ferrocarriles de la Generalitat también ofrece la opción de subir hasta el corazón de la cordillera.

Desde los pies del Tibidabo viajamos hasta Montjuïc, la históricamente conocida como “montaña maldita”. Lugar en el que se alza imperiosa una lúgubre fortaleza militar, símbolo de la represión contra la sociedad barcelonesa contemporánea. La montaña está conformada por un conjunto de parques urbanos que quedan conectados gracias a las carreteras principales. Las bondades de esta área en relación con el ciclismo se entienden gracias a dos factores claves. El primero es la limitación de velocidad, ya que existe un máximo estipulado de circulación de 30 km/h, un aspecto que limita mucho su tráfico rodado. Y el segundo es la propia configuración de las vías de la montaña, con ascensos que invitan a la práctica del ejercicio físico gracias a sus casi 180 metros de altitud. En sus asfaltos se han llevado a cabo todo tipo de actividades deportivas, ya sean de velocidad, automovilismo o de resistencia. Se trata de otro punto de encuentro entre los amantes del ejercicio físico, y es habitual encontrar a barceloneses y ciudadanos del extrarradio siguiendo las pautas de una vida saludable.

Nos alejamos de la capital catalana para trasladarnos a uno de los lugares más icónicos del territorio: la montaña de Montserrat. Ampliamente popularizada por su monasterio y sus sinuosas formas, iniciar su ascenso en bicicleta se convierte en toda una experiencia. Hay diversos puntos cero desde donde poner en marcha nuestra misión, pero uno de los más recomendables es el funicular Aeri, ubicado en el municipio de Monistrol de Montserrat. El punto final de la ruta es el Monasterio construido a 720 metros de altura. A lo largo del trayecto se divisa buena parte de la montaña, basta con seguir las indicaciones estipuladas. Un camino accesible, pero a la vez exigente, con aproximadamente 1 hora y 30 minutos de trayecto para subir, y media hora para efectuar el descenso.

Catalunya también es conocida por su gran cantidad de playas. Espacios naturales que configuran un magnífico catálogo de las bondades del Mediterráneo. Muchas de las zonas litorales de la Costa Brava se encuentran unidas por el Camino de Ronda, una calzada que recorre la línea marítima. Seguir la costa gerundense es espectacular, y es especialmente atractiva la ruta que conecta Sant Feliu de Guíxols con S'Agaró. Este itinerario ofrece a vista de halcón una perspectiva impecable con relación al Mare Nostrum, y terminar la ruta con un chapuzón en sus aguas es una propuesta muy difícil de superar.

Como recomendación final, es de obligado cumplimiento hacer referencia a la zona pirenaica. Aquí es donde se encuentran algunas de las rutas más exigentes con relación al ciclismo catalán. Sus montes suelen formar parte de la Vuelta Ciclista a Catalunya, y repasando los diversos itinerarios que ha seguido históricamente la competición, se pueden localizar diversas excursiones. Por ejemplo, este mismo año La Volta ha cruzado la villa de Puigcerdà, un punto cero que sirve como campamento base para acceder a la cordillera.

Por cuestiones obvias, es recomendable circular por la zona de los Pirineos en períodos que se alejen de los meses invernales. La primavera suele ser la época óptima, ya que el calor no ahoga y los campos y zonas floridas suelen ofrecer su mejor versión.

Algunas de las mejores rutas en Cataluña
Algunas de las mejores rutas en Cataluña. / Foto: Unsplash

Las estaciones de esquí también son buenos puntos de referencia, como es el caso de La Molina, desde donde se pueden encontrar diversos itinerarios naturales. Obviamente, mucho más enfocados al ciclismo de montaña que al urbano.

Y tú, ¿conoces alguna otra ruta interesante que se encuentre en el territorio catalán?