Recuperado el track que han elaborado de este recorrido desde la organización de la marcha Strade Bianche de la Vega (Las Sendas Blancas), introduciendo algunos cambios para pisar menos asfalto (60% tierra), hemos realizado esta ruta de 105 kilómetros de longitud y cerca de 900 metros de desnivel, que dispone de una dificultad técnica mínima, al discurrir la totalidad de la ruta por pistas de tierra, en muy buen estado de conservación, y carreteras locales.

Titulcia kilómetro “cero”
Abandonamos esta localidad, conocida hasta finales del siglo XIX como Bayona de Tajuña, por la carretera de Chinchón pero, a unos 5 kilómetros de recorrido, salimos del asfalto por nuestra izquierda para continuar pedaleando por una pista de tierra de concentración parcelaria.
Los primeros kilómetros son muy llanos, hasta girar por otra pista secundaria a nuestra derecha, momento en el que iniciamos una ascensión de menos de 3 kilómetros hasta las afueras de Chinchón.
Si vas con tiempo de sobra y has desayunado poco, te recomendamos que visites alguna de las panaderías de la espectacular plaza medieval de Chinchón, donde podrás degustar sus más afamados bollos, conocidos como “Tetas de Novicia” y “Pelotas de Fraile”.

La meseta
Abandonamos Chinchón por la carretera de asfalto que nos lleva hasta Belmonte de Tajo, pedaleando por la mesetas descarnada donde, en días de viento, podemos vernos perjudicados por lo expuesto de esta parte del itinerario. Belmonte lo atravesamos en continuo descenso para, en la salida del pueblo, abandonar el asfalto y continuar hasta Villarejo de Salvanés por pistas de tierra.
Como todas las localidades de esta ruta, Villarejo dispone de atractivos arquitectónicos suficientes como para dedicarle unos minutos prolongados de visita.

Entre olivos y lomas
Para salir de Villarejo seguiremos por una pista de tierra que encontraremos a nuestra derecha y que está marcada como el camino para llegar hasta el circuito de motocross de Las Tronconas, que dejaremos a nuestra izquierda. Nos metemos de llenos en campos de olivo y un paisaje plagado de vaguadas y barrancos adorna nuestra panorámica más cercana.

En esta parte del itinerario es importante seguir con detalle el track que os adjuntamos, ya que la ruta principal sufre varios quiebros para evitar coger algunos tramos de asfalto.
En breve descenderemos a gran velocidad atravesando varios espolones que franquean lomas y barrancos, hasta llegar al fondo de un valle donde giraremos a la derecha y, siguiendo el track, pedalearemos por un terreno rompepiernas hasta entrar en la localidad de Fuentidueña de Tajo: un lugar excelente para descansar y reponer fuerzas.
La parte más complicada y dura de la ruta ya se ha terminado, pudiendo disfrutar a partir de ahora del pedaleo por las vegas del Tajo, que siempre dejaremos a nuestra izquierda.

Las Vegas
A partir de aquí la ruta puede discurrir por la carretera de asfalto M326 o, si lo preferimos, pedalear por la vía ciclista de tierra que iremos encontrándonos a ambos lados de la carretera.
A partir de aquí, siguiendo las indicaciones de la hoja de ruta, no tendremos mayor complicación que la de mantener un buen ritmo de pedaleo para completar los más de 40 kilómetros que nos separan de nuestro punto de partida.

DATOS
- Longitud: 105 kilómetros
- Desnivel acumulado: 870 metros
- Porcentaje carretera: 40%
- Dificultad: media
- Comentarios: en todas las poblaciones hay fuentes y bares.
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