Vuelta al Valle del Lozoya

De todas las posibilidades existentes para recorrer los puertos de la sierra de Guadarrama hemos seleccionado uno de los trazados más asequibles para cualquier cicloturista medianamente entrenado.

Pablo Bueno

Vuelta al Valle del Lozoya
Vuelta al Valle del Lozoya

Para los practicantes de ciclismo de la Comunidad de Madrid no tiene demasiados misterios y la popularidad de sus puertos puede hacer olvidar que se trata de verdaderos colosos, donde los ciclistas profesionales más célebres de la zona centro entrenan de manera habitual, pero la vuelta al Valle del Lozoya, por cualquiera de sus muchas variantes bien merece un viaje hasta la sierra madrileña para disfrutar de los mejores paisajes y de dificultades montañosas de entidad importante.

En este itinerario vamos a pasar por las cotas de Navacerrada, Cotos y Morcuera, en una ruta circular, con el menor número de kilómetros posibles (menos de 88, en nuestra propuesta), de manera que se pueda realizar en unas 4 horas, con paradas para avituallarse incluidas. En cualquier caso, aunque nuestra presentación os pueda parecer optimista, se trata de dificultades montañosas a las que no hay que perderles el respeto y aunque, en el caso de Navacerrada, se describan de forma habitual sus últimos 10 kilómetros, en realidad se trata de ascensiones netas que se prolongan durante más de 20 kilómetros.

 

Km 0, Soto del Real

Hemos elegido esta localidad serrana para comenzar la vuelta al Valle del Lozoya por varias razones estratégicas: nos permite cerca de una veintena de kilómetros de pedaleo suave para preparar las piernas para los puertos, al regresar desde la Morcuera dispone de más de 17 kilómetros de bajada y hay infinidad de establecimientos donde poder comer o cenar al terminar el pedaleo.

Abandonamos esta población por la carretera que lleva hasta Manzanares el Real, recorriendo en los primeros compases la margen derecha del embalse de Santillana, con el Castillo de Manzanares y los riscos de la Pedriza presidiendo el paisaje más próximo, y entramos en la llanura que nos lleva hasta el cruce de El Boalo. En este punto podríamos continuar de frente hasta la población de Cerceda y, desde allí, tomar la M-607 hacia Navacerrada, pero es preferible seguir nuestra propuesta ya que se trata de salirse de carreteras con bastante tráfico para acceder a la subida a los puertos por vías más tranquilas.

Primeras pendientes

Al girar a la derecha en el cruce de El Boalo ya comienza la subida. Se traviesa la población (fuentes en varios puntos) y aparece a nuestro frente la espectacular cumbre de la Maliciosa, anteponiéndose en el horizonte a la mítica Bola del Mundo. La ascensión, aunque suave, ya es constante y aún se incrementa más (rampas del 10%) al llegar al cementerio de Mataelpino. Desembocamos en la calle principal de esta localidad  obligándonos a parar en una señal de STOP. Ahora continuamos por la izquierda pero, en menos de 200 metros debemos girar a la derecha en dirección a un hotel balneario que hay en las cercanías. Afrontamos varias rampas de hasta el 13% de inclinación y llegamos a un gran llano en la misma base de la Maliciosa, que vemos a nuestra derecha. Un breve y rápido descenso nos hace desembocar en una gran rotonda, en plena M-607, que resolvemos girando a la derecha.

Navacerrada como objetivo

La carretera tiene ahora más tráfico motorizado, por lo que os aconsejamos que seleccionéis un horario "tempranero" para coincidir en la ascensión al puerto de Navacerrada con el menor número de coches posible.

Nada más abandonar la rotonda ascendemos un primer tramo bastante exigente, que se atenúa al acercarnos a la siguiente rotonda, decorada con una piedra pendular en honor a los canteros de la zona, que es la entrada al pueblo de Navacerrada. Pero pronto volveremos a ver la carretera inclinarse, coincidiendo ahora con un desdoblamiento de la calzada en un carril de vehículos lentos, que nos llevará hasta el collado del Portazgo, lugar en el que desembocamos en la M-601, carretera que une Madrid con Segovia a través del puerto de Navacerrada: nuestro próximo objetivo.

Por muchos comentarios que hayas escuchado quitándole importancia al puerto de Navacerrada, hasta que no lo asciendas, no te atrevas a valorarlo: hay demasiado "ciclista virtual" que lo infravalora solo viendo las cifras de sus rampas. Es un puerto duro, con muchos tramos que superan el 10% de pendiente y, además, debes reservar energías pensando en que todavía te queda Morcuera.

Al llegar a la cumbre de Navacerrada debemos girar a la derecha para dirigirnos al puerto de Cotos, al que llegaremos atravesando un pintoresco pinar con un perfil notablemente descendente.

La cabecera del valle

Al llegar a Cotos dejamos a nuestra derecha el ramal que se dirige a la estación de Valdeski e iniciamos un vertiginoso descenso entre las cumbres de Cabezas de Hierro (derecha) y Peñalara (izquierda) que, con sus 2.428 metros de altitud, se convierte en la cumbre más elevada de la Sierra de Guadarrama. Precisamente estas dos cimas dan lugar al valle por el que discurre el río Lozoya, al que debe su definición homónima.

El descenso es muy entretenido, plagado de curvas de ingenioso trazado, pero debemos extremar la precaución ya que la carretera es muy estrecha y podemos encontrarnos de frente con vehículos que invadan parcialmente nuestro carril y, además, hay curvas muy sombrías donde puede haber acumulada humedad sobre el asfalto.

Al finalizar el descenso pasamos junto al Monasterio del Paular y atravesamos un pintoresco soto con el caudaloso río Lozoya pegado a la carretera, que terminará coincidiendo con un incómodo tramo de pavé que nos anuncia nuestra llegada a Rascafría, población en la que podemos detenernos para comer y beber antes de emprender la próxima subida.

A por el segundo puerto

Al salir de Rascafría debemos ir atentos para girar a la derecha en dirección a Miraflores de la Sierra. El primer kilómetro es descendente pero, al cruzar el puente sobre el Lozoya, comenzaremos la ascensión a la Morcuera. Por el momento hay un par de toboganes que le quitan rigor a la escalada pero, al tomar una curva cerrada a la izquierda afrontamos las primeras rampas duras.

Morcuera no es un puerto demasiado exigente, aunque sus 14 kilómetros aconsejan no tomárselo a broma y, sobre todo, ser conscientes que ya llevamos Navacerrada en las piernas. El primer tercio es el más duro, hasta llegar al refugio del Palancar, donde la pendiente pierde inclinación: desde aquí a la cumbre se van sucediendo tramos bastante planos con rampas duras, pero no hay ninguna dificultad digna de reseñar.

Regreso al Soto del Real

Cuando alcancemos la cima de la Morcuera podemos respirar a gusto, ya que los 17 kilómetros que nos quedan para regresar al punto de partida son casi todos en descenso. Hasta Miraflores de la Sierra se desciende a gran velocidad (pocas curvas y pendiente considerable) y, una vez rebasada esta localidad, pedalearemos por un trazado plagado de toboganes, pero con tendencia siempre descendente: hasta el final no emplearemos más de media hora, por muy relajado que nos tomemos el descenso.

Otra posibilidad para alargar la ruta hasta los 104 kilómetros, sin ascender la Morcuera, es la de continuar desde Rascafría hasta las localidades de Lozoya y Canencia: en esta segunda opción ascenderemos el puerto de Canencia, mucho más corto y tendido que Morcuera y, auqnue emplearemos media hora más, llegaremos más relajados debido a su menor dureza.

 

  • Longitud: 87,4 km
  • Desnivel acumulado: 1.645 m
  • Pendiente máxima: 11% en el Pto. de Navacerrada
  • Tiempo aproximado: entre 3:30 y 4:00 horas
  • Punto de partida: Soto del Real