16º etapa. Denis Menchov se sume en el silencio de la Bonette

El ruso ha sido el gran perdedor de una jornada en la que Cyril Dessel se llevó la etapa y el resto de favoritos aguantaron el ritmo del CSC

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16º etapa. Denis Menchov se sume en el silencio de la Bonette
16º etapa. Denis Menchov se sume en el silencio de la Bonette

Fotos: Tim de Waele

La pedregosa cima de la Bonette- Restenfond/> no da tregua. No deja espacio para los gritos de los ciclistas. Prohíbe jadeos. Imposibilita respirar. Las leyes de Francia establecen que en el coloso no se permiten los ruidos, ni los bocinazos de los coches con el fin de proteger el territorio declarado espacio natural. Es como la tierra lunar. Sin apenas vegetación. Sólo rocas y tierra. El pelotón marchó casi en silencio por la cumbre que tan sólo ha sido testigo en tres ocasiones del paso del Tour de Francia. Sólo el aire que pegaba a los ciclistas rompía la paz. Todos con la respiración acompasada. Todos menos Denis Menchov. Mudo en la subida. Sin aire en la bajada. Llegó ahogado a Jausiers. Más de medio minuto con sus rivales. Muerto en silencio.

 

La cima de la Bonette- Restefond/> ha sido testigo de grandes batallas. Sobre bicicletas y caballos. Con pedales y espadas. Es un puerto que se enamora de los batalladores. Lo hizo con Federico Martín Bahamontes en 1962 y 1964 y con Robert Millar en 1993. Un siglo antes se encaprichó de Napoleón III, el sobrino del emperador que utilizó las montañas para hacerse con Saboya y Niza. Tierra de conquistadores. Todo queda en casa. En familia. Napoleón III, sobrino e hijo de Bonapartes. Como en el CSC con la saga Schleck. Padre e hijos ciclistas. Los batalladores luxemburgueses que quieren dominar Francia. Andy Schleck volvió a repetir la escena de Prato Nevoso. Piernas traqueteadas. Plato cargado. Manos aguerridas. Corredor guerrero. Abre paso entre rocas a su hermano mayor. Colonizador del silencio. Marcha imperial hasta la cima. En silencio. Guardando del aire a Frank, el amarillo. Cortando la respiración a Menchov.

 

El puerto más alto con entrada y salida de Europa lo han coronado los grandes. John-Lee Augustyn presentó sus votos para cambiar la historia. Mirar al futuro. Atacó en los últimos kilómetros de la agonizante subida y recogió el testigo en lo más alto de la cumbre que le había dejado hace quince años Robert Millar. No le dan miedo las alturas. El joven del Barloworld es un escalador nato. Sobre los pedales y sin ellos. Comenzando el puerto se olvidó de las curvas y, en una de ellas desapareció de la carretera. Su bicicleta voló, pero él se agarró a las rocas. Escaló hasta el asfalto gracias a la ayuda de un espectador que descendió los metros que Augustyn hizo de bajada en picado. Día de sustos.

 

Como lo fue para el pelotón cuando Damiano Cunego y Tadej Valjavec comenzaron a disfrutar de distancia con los líderes en el Col de Lombarde. El esloveno fue, por momentos líder virtual de la carrera, auspiciado por el italiano del Lampre. Del pelotón también saltó Mikel Astarloza en busca de la general. Nadie le hizo caso. Ni las cámaras de la televisión francesa, incluso cuando era una seria amenaza para Cadel Evans y los hermanos Schleck. Desapercibido. En silencio, junto a Egoi Martínez y Haimar Zubeldia. El guipuzoano se dejó caer del grupo de escapados para ayudar a su compañero. Después lo hizo Txurruka. Pero el imperio del CSC pronto los echó abajo.

 

Vandevelde eliminado

Una vez que conquistó Niza y Saboya, y por miedo a que el conflicto con los países vecinos se extendiera, Napoleón III se vio obligado a firmar la paz de Villafranca allá por el año 1859. El emperador se sentía colmado tras asediar las dos grandes ciudades gracias a sus tácticas entre las piedras de la Bonette-/> Restefond./> A los Schleck no les vale con la labor realizada hasta el momento. Son estrategas de inteligencia eminente. Eliminan rivales lentamente. Conquistadores supremos. Pero sin gritos. Sin palabras. Francia no lo permite en la cumbre. Su marcha hasta la cima resquebrajaba a los líderes.

 

Aguantaban los mismos que en Prato Nevoso, a excepción de Vandevelde. Menchov, Evans, Valverde, Khol, Samuel Sánchez. Todos, junto a los Schleck y Carlos Sastre. Pero las fuerzas no eran iguales que hace dos días. A más de 2800 metros/> de altitud el oxígeno se exprimía. No había para todos. Media bocanada de aire para cada uno. Denis Menchov se quedó sin nada. Pero no gritó. Continuó pedaleando en silencio. Sin dar pistas de su ahogo. En busca de una bajada casi suicida. Su gran pesadilla. En el descenso, Samuel Sánchez apretó a los rivales. Se despegó de todos y estuvo a un minuto de la cabeza de carrera. Fue el único al que la etapa se le hizo corta. Sin agonías.

 

Por delante, David Arroyo peleó con Yaroslav Popovich, Cyril Dessel y Sandy Casar. Su guerra fue imposible. Cedió en los últimos metros y Dessel le sacó de rueda. El del ag2r entró en Jausiers en el más absoluto mutismo. Sin levantar los brazos a pesar de su gesta. Un minuto y medio después llegaron los emperadores Schleck, junto a Carlos Sastre, Valverde, Samuel Sánchez, Cadel Evans, Khol, Damiano Cunego y Johan Tschopp. Ruta imperial eliminando rivales. Menchov llegó a Jausiers con más de medio minuto perdido respecto a los líderes. La población más diminuta que alberga un final de etapa del Tour de Francia ha presenciado la derrota más grande del ruso, que se adentró en meta de la misma forma que subió la Bonette./> En/> silencio.

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La caída de John Lee Augustyn

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- Clasificación de la 16º etapa

- Clasificación general

- Clasificación de la montaña

- Clasificación de los jóvenes

- Clasificación por equipos