Antoine Berlin, un monegasco en el Mundial

Parecía complicado, pero el particular prisma de seguimiento de la actualidad ciclista de esta sección lo ha permitido, y por segundo mes consecutivo y seguramente último en bastante tiempo, un corredor de Mónaco será de nuevo protagonista, en esta ocasión Antoine Berlin. En su caso, llega gracias a su participación en los recientemente disputados Campeonatos Mundiales de Wollongong, donde junto a las celebradas presencias de los dos representantes del Vaticano y de Malta, se constituyó en una de las principales anomalías de la lista de 169 aspirantes al maillot arcoíris. Nacido en el Principado hace treinta y tres años, Berlin seguramente se diferencie del resto de compañeros de pelotón mundialista por su prolífica trayectoria deportiva y laboral hasta convertirse hace dos temporadas en ciclista continental UCI. Antes de pedalear fue atleta de élite en medio fondo, becado en el circuito universitario estadounidense y con una medalla en el Campeonato francés de cross y una presencia en los Campeonatos del Mundo en el año 2009 -en la prueba de los 1.500 metros lisos- como hitos más destacados. Una lesión en la pelvis le alejaría de la carrera a pie y a la par le acercó a la bicicleta como alternativa deportiva, donde se sumergió tomando parte en marchas ciclodeportivas. En paralelo, y sin mediar vínculo previo alguno con el ciclismo de alto nivel, en 2015 se incorpora a la mismísima A.S.O. como comercializador en Europa de los derechos televisivos de sus pruebas. Su residencia en París le obligaba a un exigente régimen de entrenamientos, trabajando la intensidad sobre el rodillo en su apartamento -hasta tres sesiones diarias de mañana, tarde y noche- y dejando las salidas de fondo para cuando regresaba a su país, casi cada fin de semana. En 2020 accedió directamente desde la categoría ciclodeportiva al ciclismo profesional. Sus buenos resultados en marchas del calendario galo, unidos a la laxitud con la que muchos de los equipos del tercer escalafón componen las plantillas, le permitieron fichar por el Cambodia Cycling, formación continental compuesta por corredores de este país del Sudeste asiático y de Francia, desde la que saltaría sucesivamente al Global 6 Cycling de Nueva Zelanda primero y, en este 2022, al Nice Métropole Côte d'Azur, con el que consagrado a tiempo completo tras dejar de trabajar ha podido completar un calendario amplio y de calidad en suelo francés. La baja por lesión de Victor Langellotti después de su caída en La Vuelta le abrió las puertas para representar a su país en la prueba en línea del Mundial. Allí se le vio activo, intentando alcanzar la gran fuga inicial, pero desgraciadamente también descolgado por culpa de una inoportuna avería en el desviador que le obligó a echar pie a tierra. "Todo estaba listo para que fuese mi mejor día sobre la bicicleta, pero estas cosas forman parte del ciclismo. No hay más remedio que aceptarlo", relataba en las redes sociales tras abandonar la cita con unas sentidas lágrimas que captaron las cámaras emplazadas en boxes. Aunque apenas por unos segundos esta vez, Mónaco volvió a ser protagonista.

Antoine Berlin, un monegasco en el Mundial

Antes de dedicarse al ciclismo profesional fue atleta de élite en medio fondo, con una presencia mundialista en 1.500 metros lisos, y trabajó para A.S.O. Esta es la peculiar historia del representante de Mónaco en los pasados Campeonatos Mundiales de Wollongong.

Asturias: 8 subidas que no te puedes perder por el parque natural de Fuentes del Narcea

Gran Canaria Tri, Bike & Run: un paraíso ciclista todo el año

Disfruta del ciclismo virtual por etapas con CITROËN ë-Tour by BKOOL

¡La luz trasera y radar Garmin Varia RTL515...más barata que en Black Friday!