¿Recuerdan esa escena del Tour de Francia 2015 en la que la dirección de carrera, tras una montonera que empleó a todos los servicios de ambulancia implicados, neutralizó durante varios kilómetros el desarrollo de la tercera etapa hasta que se solventase la situación y se volviese a contar con ambulancias? Pues algo parecido, pero sin el mismo desenlace, ha acaecido este sábado en la VII Bizkaiko Koloreak Klasikoa de Otxandio.
La prueba de 86,2 kilómetros que abría el Torneo Euskaldún de ciclismo femenino 2018 élite y sub-23, la cita reina de una jornada de ciclismo que congregó otras categorías a lo largo del día, tuvo que ser anulada cuando le restaban poco más de una vuelta para su conclusión por la obligada ausencia de las ambulancias y lo que supone en cuestiones de reglamento.
Una primera caída durante el desarrollo de la prueba, en la que se vio implicada Bakarne González (DC Ride) y otra ciclista que acabó cayendo por encima de un guardarraíl, requirió de los servicios de una primera unidad médica, además de neutralizar temporalmente el desarrollo de la competición.
Posteriormente, ya reiniciada la carrera, y en las postrimerías de la tercera vuelta al circuito, un agente de la Ertzaintza que abría la carrera con su moto ha sufrido una caída en el descenso del Alto de Zubizabal, fracturándose un tobillo.
“Nos han parado cuando estábamos a dos kilómetros de la meta y con una vuelta más por afrontar. Nos han comentado que si había un sprint y se daba una montonera no había ambulancia”, explica una Anna Pujol (DC Rice) que había estado involucrándose en la lucha por la escapada hasta ese momento.
La segunda cita del Euskaldun se disputará en la localidad guipuzcoana de Eibar el próximo 18 de marzo.