Tras un brillante inicio de temporada con la Fundación Euskadi, el menudo escalador colombiano Sergio Higuita (21 años) da el salto al World Tour de la mano del EF Education First, equipo con el que debutará este domingo 12 en el Tour de California (del 12 al 18 de mayo). Era un movimiento ya anunciado desde que a finales de la pasada temporada firmara por el equipo norteamericano dirigido por Jonathan Vaugthers.
"Realmente no tengo palabras para explicar mi felicidad", dice Higuita ante su debut en el World Tour. "Muchos equipos estaban interesados en mí, pero EF Education First fue el que más me persiguió -añade-. Elegí este equipo porque trabaja en equipo como una familia. Para mí también es importante estar contento con la bicicleta".
Por su parte, para Vaugthers, director deportivo del EF Education First, "Sergio es un talento excepcional. Rara vez ha estado fuera de los primeros puestos en una carrera que tenga un final cuesta arriba. Estamos muy emocionados de que la UCI nos haya permitido incorporarlo este año a mitad de temporada".
En lo que llevamos de temporada 2019 -vistiendo los colores de la Fundación Euskadi- Higuita ha destacado en numerosas carreras, siendo top-10 en el Gran Premio Miguel Induráin (3º), Klasika Primavera de Amorebieta (4º), general de la Volta al Alentejo (5º) -en la que ganó una etapa-, general de la Volta a Andalucía (7º), Trofeo de Tramuntana (4º), y en el Trofeo Ses Salines-Campos-Porreres-Felanitx (6º). Además, acabó 13º en una Volta a la Comunitat Valenciana de altísimo nivel, en la que Ion Izagirre, Valverde, Pello Bilbao y Dan Martin coparon los primeros puestos.
En el pasado número de abril de "Ciclismo a Fondo", Sergio Higuita fue el protagonista de la sección "Último kilómetro" (que nos acerca a la faceta más personal de los ciclistas) tras ser entrevistado por Fran Reyes. Recuperamos aquí el contenido de esa página, a pocos días de su debut en el World Tour.
NACÍ EN LA ETERNA PRIMAVERA.
A Medellín la llaman así porque es una ciudad tranquila, siempre hace buen tiempo y la gente es muy amable. Me crié en un barrio humilde y tuve una infancia feliz y activa, muy diferente a la que viven los niños de ahora, cada uno con su tablet. Casi siempre volvía a casa de noche después de pasarme la tarde por el barrio jugando a la golosa, que es parecido a la rayuela, al fútbol o patinando. Mis padres eran amantes del deporte y me lo inculcaron para alejarme de ambientes poco saludables. Me encantaba competir: en la asignatura de Educación Física, cuando hacíamos carrera de resistencia lo daba todo para ser el mejor de mi clase.
CON SEIS AÑOS PARTICIPÉ EN MI PRIMERA CARRERA CICLISTA.
La organizaba un periódico de Medellín llamado El Mundo; era popular, para todas las edades, y sólo por cruzar la meta te daban medallas y regalos. La corrí varias veces y sólo logré acabar tercero y cuarto. Mi hermana menor, en cambio, siempre ganaba. Ella compitió después en bicicletas de cross, y de hecho entrenaba conmigo. Sin embargo, hace un tiempo que se retiró de los pedales y se dedicó al kárate.
DE PEQUEÑO TRABAJÉ MUCHO LA HABILIDAD.
Me inscribí a un club, Nueva Generación, en el cual me encontré a Efraín Domínguez, antiguo pistard de nivel mundial. Fue mi maestro: me enseñó todo, desde beber del bidón en marcha hasta la técnica para dar relevos. Nos hacía gymkanas en las que debíamos superar obstáculos, coger el manillar con las manos cruzadas, pedalear sólo con una pierna... Mientras en otras partes de Antioquia se trabaja por encima de todo el rendimiento, en esta escuela se centran en la habilidad. Eso ha sido clave para adaptarme a Europa.
LUIS FERNANDO SALDARRIAGA HA SIDO MI MENTOR.
Es el director del Manzana Postobón y tiene mucha experiencia en el trato con jóvenes. No en vano, gestionó estructuras como Colombia es Pasión o 4-72 Colombia de las cuales surgieron Nairo Quintana, Esteban Chaves, Sergio Henao y tantos otros. Su padre era el director de mi primer club, por eso me echó el ojo desde que tenía 14 años. Supervisó mis entrenamientos para que desarrollara mi musculatura sin lesionarme. Empezamos a trabajar de cara al alto rendimiento en cadete: me acompañaba a carreras, me daba charlas y consejos... y, en mi último año de juvenil, me ofreció firmar con Postobón.
EN CATEGORÍAS INFERIORES SOLÍAN GANARME.
Era tercero o quinto, pero había otros talentos en Colombia que siempre me batían. La razón era que esos rivales estaban ya exprimiéndose, entrenando muchísimos kilómetros y a mí me llevaban más tranquilo. Ahí está lo especial de mi carrera deportiva: Saldarriaga trabajó pensando en el largo plazo, siendo muy minucioso para que mi paso adelante llegara en el World Tour. No quiero ser una estrella ahora, ya: quiero crecer poco a poco para, dentro de cinco o seis años, estar en la pelea por la victoria en el Giro de Italia, una carrera que me apasiona demasiado. Alguna vez he llorado viéndola: es mi favorita desde aquella edición que ganó Nairo, con Rigo también en el podio y Arredondo llevándose la montaña.
ESTABA DESEANDO DAR EL SALTO AL WORLD TOUR.
Llevaba ya tres años en Postobón y necesitaba un paso más; por eso, cuando firmé por Education First recibimos la noticia con mucha alegría. Aunque cerré el contrato de primera división en octubre, ya desde el Tour supe por mis representantes que probablemente daría el salto. No me relajé y seguí aplicándome para que el equipo se quedara con un buen recuerdo de mí. Logré ganar una etapa y el maillot de mejor sub23 en la Vuelta a Colombia, y también lucí en el calendario chino de septiembre y octubre. Fue mi manera de agradecer a Manzana Postobón toda su labor y las oportunidades que me brindaron.
LO PASABA MUY MAL CUANDO COMPETÍA EN EUROPA.
Me ponía muy nervioso, me metía mucha presión por lograr resultados, me desesperaba porque me sentía estancado... De tantos nervios sufría brotes de dermatitis: mi piel erupcionaba, desde las piernas hasta el cuello, y me ponía tan lacerado que parecía haber sufrido una caída. A veces me sobrevenían problemas estomacales: en alguna carrera tuve que parar dos o tres veces en cuatro horas. Fue un túnel cuya salida vi cuando me confirmaron el pase al World Tour. El día que gané la etapa de la Vuelta a Colombia en Manizales sentí que cerraba un capítulo negro de mi vida.
EN LA FUNDACIÓN EUSKADI ESTOY FORMÁNDOME.
Jonathan Vaughters, mánager de EF, apostó por mí con un contrato de tres años. Pensó que me convenía pasar unos meses compitiendo en Europa, sin presión, en un equipo Continental que ofreciera un entorno joven y familiar. Ha sido un acierto: en la Fundación Euskadi me están cuidando, ofreciéndome confianza e insistiendo en que disfrute cada día. Ha sido una sorpresa estar con los mejores. En cada carrera me veo con Valverde y compañía y siento como si estuviera en un Tour de Francia; es un juego, una felicidad. Me ha hecho ganar confianza en mis posibilidades. Gracias a este inicio de temporada, me integraré en Education First ya en mayo para disputar la Vuelta a California.
VIVO CON NÍCOLAS SESSLER, BRASILEÑO DEL BURGOS BH.
Nuestro representante, Jorge Quintana, nos ha arrendado un piso para vivir juntos en Torrent, un pueblo pequeño y muy bonito a las afueras de Valencia. Compartimos gastos y nos hacemos compañía. Además tenemos a la familia de Jorge para sentirnos acogidos y una buena grupeta con Willie Smit de Katusha, Cristina Martínez del Bizkaia-Durango y varios ciclistas amateur.