Wout Poels (Ineos) se ha impuesto en la cima de Montée de Pipay, final de la 7ª etapa del Criterium de Dauphiné, tras una dantesca jornada de montaña donde la lluvia ha endurecido aún más el recorrido de 133 km y 4 puertos –tres de 1ª y un HC- que tenían que afrontar los ciclistas en el día de hoy.
El neerlandés saltaba del grupo de favoritos a escasos 2 km del final, cuando rodaban por delante Jakob Fuglsang (Astana) y Emanuel Buchmann (Bora Hansgrohe). Un dúo con mucha calidad que rodaba con fuerza y parecía destinado a repartirse general y etapa respectivamente. Sin contar, claro está, con la visita inesperada de Poels, que les alcanzaba dentro del último kilómetro y con la propia inercia de su ritmo les dejaba atrás, sin posibilidad de jugar al sprint. El danés de Astana, eso sí, se hacía con el maillot de líder, desbancando del primer puesto de la general a Adam Yates (Mitchelton-Scott).
Un inferno en la tierra
Jornada de condiciones climatológicas inhumanas la de hoy en el Dauphiné, que unidas a la dureza del recorrido, ha dejado imágenes épicas en la retina de los aficionados. A pesar de lo cual, la batalla se planteó desde el inicio para formar la fuga buena. 22 hombres la integraron, entre ellos, nombres de mucha calidad como Lutsenko, Woods, Cort-Nielsen, Moscon, Hansen, Power, Rubén Fernández… De hecho, el kazajo del Astana llegaría a ser líder virtual de la carrera.
A los pies de la última ascensión, y con el grupo de escapados ya muy mermado, Movistar tomaba la iniciativa en el pelotón, imponiendo un ritmo vivo, en previsión de un futuro ataque de Quintana que pusiera contra las cuerdas a Yates. Éste se produciría a 11 km de la meta; el colombiano se llevaba consigo a Kwiatkowski. Los Mitchelton del líder, a la expectativa. Y la distancia con los de cabeza se reducía a 30’’. Lo que no cesaba era la lluvia…
Lutsenko, Hansen y Woods resistían en cabeza a 9 km de meta. Cuando desde atrás saltaban otros hombres importantes como Fuglsang e Izagirre, en busca de Quintana y Kwiato. El danés se llevaba consigo al líder Yates y el resto de favoritos, dando caza a Quintana y Kwiato, aunque éste intentaba seguir hacia delante.
De hecho, el del Ineos llega a contactar con Lutsenko y Woods, pero con el pelotón de favoritos pisándole los talones. A 4 km de meta, salta Fuglsang, llevando a su rueda a Quintana, Pinot, Van Garderen, Bardet, Poels, Dan Martin... el líder Yates se une, aunque no se le ve cómodo al británico. A 3 km es el turno de Bardet, al que sigue el demarraje de Buchmann. El grupo se rompe en mil pedazos, solo Fuglsang puede seguir al alemán del Bora y rápidamente hacen hueco. El danés de Astana tira de fuerza y estilo como él sabe. Por detrás, Dan Martin marca el ritmo de Pinot, Bardet y el líder Yates. Quintana cede.
Y cuando todos pensaban que la victoria era cosa de dos, llegaba el ataque seco de Wout Poels, dando caza a Buchmann y Fuglsang dentro del último kilómetro, certificando una gran actuación y apareciendo justo en el momento necesario. Una victoria importantísima para la moral del Team Ineos, después del varapalo sufrido por el accidente de Chris Froome.