Mikel Landa ha vuelto a la senda de la victoria, más de un año después de su último triunfo, que tuvo lugar en la 4ª etapa de la Tirreno-Adriático de 2018. Hoy se ha impuesto en la exigente 2ª etapa de la Semana Coppi y Bartali al superar en los últimos metros al australiano del Mitchelton-Scott Lucas Hamilton -nuevo líder de la prueba- con quien había coronado en solitario la última de las tres ascensiones a Ville di Monte Tiffi, una dura subida de 4,5 km al 7,5%.
En sus rampas Mikel Landa lanzó el ataque que provocó la fuga definitiva, tras un intento previo de Rubén Fernández. La etapa (Riccione - Sogliano al Rubicone, un continuo sube y baja de 140 km) incluía un total de cinco ascensiones.
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— Movistar Team (@Movistar_Team) 28 de marzo de 2019
Landa y Hamilton coronaron con cerca de 40" sobre el grupo principal, ventaja que les sirvió -pese al empuje final del pelotón- para plantarse destacados con una decena de segundos en el repecho final, en el que se jugarían la victoria de etapa. Una victoria que devuelve la sonrisa a Landa tras un 2018 complicado por diversos problemas y tras haber estado casi dos meses en el dique seco tras romperse la clavícula en el primer Trofeo de la Challenge Mallorca.
A 11" de Landa y Hamilton llegó un grupo con una veintena de unidades con el Caja Rural Jonathan Lastra en el top-10 (8º en meta).
Pasa a liderar la clasificación general Lucas Hamilton seguido, a 16", de sus compañeros del Mitchelton-Scott Damien Howson y Nick Schultz, y con Mikel Landa cuarto, a 22". Quinto es otro español, David de la Cruz, a 27". Además, el alavés del Movistar Team pasa a liderar la clasificación por puntos, por lo que mañana vestirá el maillot verde.
Quedan todavía dos días importantes por cubrirse en esta Semana Coppi y Bartali, sendas jornadas de media montaña el viernes (Forlí) y domingo (Sassuolo).
DECLARACIONES MIKEL LANDA
“Desde el último puerto hasta meta me veía bien, estaba tranquilo porque detrás venían bastantes compañeros. Así que confiaba en que podíamos llegar, lo único que quería era tener la oportunidad de disputar la etapa. He superado lesiones muy graves –la última en la Challenge de Mallorca con fractura de clavícula, el pasado mes de enero- y cuesta mucho volver. El año pasado acabé la temporada igual y empezar otra vez así ha sido complicado. Ahora, gracias a esta victoria todo es más llevadero y me da confianza, sé que estoy en el buen camino y a tiempo de hacer un buen Giro. Max y los directores confían más en mí que yo en mí mismo. Ven que entreno bien, pero el ciclista siempre tiene un poco de miedo al pelotón. Desde el comienzo de esta carrera me ha apoyado, ha organizado el equipo a mi alrededor y ahora estamos disfrutando todos".