"Será una carrera loca, atípica", aseguraron Juan Ayuso, Oier Lazkano y Alex Aranburu, los representantes españoles en la prueba en ruta de los Juegos Olímpicos de París que se disputará este sábado sobre un recorrido de 273 km.
Juan Ayuso llega tras su retirada del Tour de Francia por COVID, pero el ciclista de Jávea se encuentra recuperado para afrontar su debut olímpico. "Recuperarme del COVID me ha costado más que otras veces, pero me he restablecido de la mejor manera. Me encuentro a buen nivel para disputar la carrera", señaló.
El ganador de la Itzulia 2024 comentó las características especiales de la prueba olímpica, reducida a 90 corredores y con equipos que no superan los 4 componentes, lejos de los 8 que, por ejemplo, se incluyen en las formaciones de las grandes carreras. "No recuerdo una carrera así, de estas características es difícil de encontrar, es atípica, extraña, pero hay que adaptarse a ello. No partimos de favoritos, pero podemos tener por ello más opciones", dijo.

Respecto a la relación entre los componentes del equipo español, dos hombres del Movistar, Lazkano y Aranburu, y uno del UAE, Ayuso, se mostró irónico. "Cuando cenamos me pongo en la última punta de la mesa", bromeó. "A Alex le conozco menos, pero a Oier le conozco bien, tenemos una relación buena, y eso mañana será importante. Vamos a vivir una carrera loca, los tres debemos estar atentos y delante", destacó.
Alex Aranburu, campeón de España en ruta, debuta con ilusión en unos Juegos. "Es mi primera vez en unos Juegos y creo que vamos a tener una carrera muy loca, abierta. Estamos acostumbrados a equipos de 8. Si se va un corte de 15 corredores puede cambiar todo, hay que estar atentos, jugar a eso y hablar sobre la marcha sobre lo que sucede", comentó Aranburu.

Oier Lazkano, campeón nacional de crono, fue el único de los representantes españoles que acudió el pasado jueves a inspeccionar el recorrido. "Es un circuito muy técnico, no tan llano como decían, tiene curvas, isletas, repechos, no será fácil. Tiene un tramo de adoquín malo, pero antes de llegar ahí la carrera podría estar hecha", explicó.

La plaza del Trocadero será el lugar de salida y meta de esta prueba en línea masculina que estará compuesta de un gran bucle inicial de 225 km por la zona oeste de la región de Ile-de-France, donde afrontarán el ascenso de 10 cotas cortas y explosivas. Tras completarlo, regresarán a la ciudad de París para realizar tres vueltas al decisivo circuito urbano final, donde tendrán que superar en cada giro la ascensión a Montmartre, de 1 km al 6,5% de pendiente media, que con su pavimento empedrado está llamada a ser la encargada de decidir la carrera.