Bart Lemmen, de soldado a ciclista del World Tour

Bart Lemmen es una de las siete altas del rebautizado Visma | Lease a Bike para esta temporada. Con veintiocho años, este neerlandés de Utrecht ha dado una nueva vuelta de tuerca a la heterodoxia que en los últimos tiempos acompaña a la llegada de algunos corredores a la élite frente al riesgo más o menos calculado de los ciclistas jóvenes o procedentes de otras disciplinas. Más allá de su edad, relativamente avanzada frente a la habitual entre los recién llegados, en su caso llaman poderosamente la atención su corta experiencia en el ciclismo competitivo, al que sólo se ha dedicado seriamente tres temporadas y, sobre todo, su anterior trabajo hasta diciembre de 2022: comandante en la Koninklijke Luchtmacht, la Real Fuerza Aérea de su país. Lemmen, a quien la obligada retirada de Nathan Van Hooydonck abrió el pasado otoño una inesperada puerta en el conjunto insignia de su país y del pelotón mundial, nunca había montado en bicicleta de carretera hasta los quince años. En su juventud practicó todo tipo de especialidades a la vez que se abría paso como oficial en el ejército. Durante ese periodo comenzaría a pedalear simplemente para mejorar su condición física y, junto a su novia, se acabó uniendo a una asociación ciclista estudiantil que le terminaría empujando a la competición después de ver cómo destacaba frente al resto del grupo. Su ascensión deportiva a partir de 2018 fue fulgurante. Primero, como amateur, se proclamó campeón militar contrarreloj, tanto de su país como mundial, títulos que unidos a sus resultados en el calendario nacional y al potencial que se le suponía llamaron la atención del mundillo en los Países Bajos y le condujeron al VolkerWessels continental para 2022. Desde allí consiguió mostrarse en algunas pruebas por etapas del calendario europeo y, sobre todo, ser cuarto en la cima del VAM-Berg en el Campeonato neerlandés de ruta, un rendimiento que le proporcionó, meses después y tras distribuir sus valores en pruebas de esfuerzo entre decenas de equipos, una plaza en el desaparecido Human Powered Health, con el que descubriría la competición profesional. Apartó su carrera militar y progresó a marchas forzadas para concluir, doce meses después, enrolado en el actual buque insignia del World Tour. "Tenemos buenas experiencias con quienes llegan al más alto nivel por caminos atípicos. Las pruebas y las entrevistas efectuadas nos han convencido para contratarle". Sus nuevos empleadores se mostraban este pasado otoño así de sinceros anunciando su llegada en un comunicado, donde esa denominación de atípico aparecía más de una vez. Dicen quienes le conocen bien que no esperemos el alumbramiento de un nuevo Roglic, sino simplemente alguien muy válido para la categoría y que no tardará demasiado en obtener su primer triunfo. Ya en el Tour Down Under, donde ni siquiera tenía previsto acudir, pudo ser quinto en la clasificación general, ilusionante primer capítulo de este viaje rodando junto a los mejores del soldado reconvertido a ciclista.

Bart Lemmen, de soldado a ciclista del World Tour

Con veintiocho años, este neerlandés -una de las novedades del Visma|Lease a Bike esta temporada- ha dado una nueva vuelta de tuerca a la heterodoxia que en los últimos tiempos acompaña la llegada de algunos corredores a la élite. Esta es su peculiar historia.

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