El ciclista italiano Davide Martinelli (Astana), de 26 años, no ha podido resistir sus deseos de ayudar a la población de Lombardía afectada por el coronavirus y ha decidido colaborar transportando medicamentos y otras necesidades basicas allá donde hace falta, siempre a lomos de su bicicleta.
Martinelli, hijo del director del equipo, Giuseppe, se ofreció voluntario para ayudar a los ancianos en su pueblo de Lodetto, una pequeña localidad de Lombardía, región muy afectada por el coronavirus. Si bien el confinamiento de ciclistas profesionales italianos se ha decretado durante más de una semana debido a la pandemia de Covid-19, Davide Martinelli ha encontrado la forma de ayudar a los más necesitados y a la vez de tomar contacto con la bicicleta.
El propio ciclista lo explicaba en su cuenta de Instagram: "Todo comenzó gracias a un grupo de niños de Lodetto, incluido mi primo Stefano, que se organizaron para entregar medicamentos y alimentos a las personas, especialmente a los ancianos, que no tienen la oportunidad de ir a Rovato a comprarlos. Escuché varias historias que me conmovieron acerca de personas que no pueden viajar a nuestra capital y que han resuelto sus problemas gracias a estos voluntarios. A lo largo de los años he recibido mucho de mi comunidad, pero apenas he tenido la oportunidad de devolverselo debido a la vida que llevo, que a menudo me lleva a estar lejos de casa. Estoy muy apegado a Lodetto, una localidad de poco más de 1.500 personas, donde desafortunadamente no hay farmacia ni supermercado. Es mi oportunidad de hacerme útil, ayudar a las muchas personas que siempre me han apoyado a lo largo de los años, y especialmente a quienes lo necesitan en este momento. Tengo una bicicleta, dos piernas y una mochila... hoy tuve el honor de ir a la farmacia a recoger medicamentos para llevarselos una pareja de ancianos, en total 30 minutos y unos diez km, nada especial para un atleta, pero cuando los llevé a su puerta, obviamente con las debidas precauciones (máscara y guantes) sentí un agradecimiento que aún resuena en mi cabeza. Soy el hombre más feliz del mundo, el ciclismo es hermoso, pero ser útil para los demás no tiene precio. Como dijo más tarde el presidente de mi club de fans, Don Ettore Piceni: "En Lodetto no hay farmacia ni tiendas, pero hay una comunidad unida y fuerte". Si puedes hacer algo por los demás, hazlo, ¡la satisfacción será enorme!. Para información y entregas contacte a @foiaforfree o incluso directamente a mí. ¡La bicicleta siempre está lista, incluso hoy!"
Martinelli, nacido en Brescia, tiene dos victorias en su palmarés, pero con su gesto ha logrado el mayor trofeo de su vida, el de la solidaridad con los más necesitados.