Elisa Longo Borghini (Treak Segafredo) es la segunda ganadora de la París Roubaix tras alzarse con la edición 2022 en categoría femenina, la segunda además para el Trek Segafredo tras la victoria de Lizzie Deignan el año pasado en la primera celebración de la carrera. La italiana sorprendió con un ataque desde lejos y demostró unas piernas sobresalientes para aguantar la distancia con el grupo perseguidor. Por detrás de Borghini entraron Lotte Kopecky (Team SD Worx) y Lucinda Brand (Trek Segafredo).
A pesar de que fue una gran carrera desde el principio, los movimientos más relevantes se produjeron en los últimos 50 kilómetros del recorrido. La primera en moverse fue la actual ganadora del Tour de Flandes, Lotte Kopecky, que saltó nada más entrar a Aucky a Bersee y abrió hueco con la inestimable ayuda de Marta Bastianelli (UAE Team ADQ) y de Lucinda Brand.
Poco tardó el pelotón en agruparse y tirar, destacando en este punto la actitud del Movistar Team, que bajo las órdenes de Emma Norsgaard apretó el ritmo de persecución. Justo antes de entrar en Moulin de Vertain, las tres de cabeza fueron engullidas por el pelotón, movimiento que aprovechó Elisa Longo Borghini para hacer su gran apuesta. La italiana saltaría a 35 km de la meta (en el velódromo de Roubaix) para un rato más tarde hacer historia.
Antes hay que mencionar el poco tino de Emma Norsgaard (Movistar Team) y Elena Cecchini (Team SD Worx), que tuvieron la oportunidad de apretar para coger la rueda de Longo Borghini en Moulin de Vertain y, en vez de eso, se dejaron capturar por el grupo de atrás. Pensaron que era una apuesta fallida y fallar, lo que se dice fallar, fallaron ellas.
Lotte Kopecky, a la postre segunda en el podio, se empezó a oler la que se había liado por delante y se puso a trabajar en Cysoing en Bourghelles para endurecer la carrera. Contaría también con la inestimable ayuda de su compañera Chantal Van der Broek-Blaak (Team SD Worx) en los tramos de pavé venideros. Entre una y otra rompieron el pelotón hasta dejarlo en un grupito en el que se encontraba la española Sandra Alonso (Ceratizit-WNT Pro Cycling), que acabó décima.
El paso por el decisivo Carrefour de l’Arbre, que normalmente suele ser clave en el devenir de la carrera, en este caso lo fue menos. Elisa Longo Borghini volaba en este tramo de cinco estrellas y a unos 40 segundos aguantaban a duras penas Lotte Kopecky, Chantal Van der Broek-Blaak, Lucinda Brand, Ellen Van Dijk (Trek Segafredo), Marta Cavalli (FDJ Nouvelle Aquitaine Futuroscope), Floortje Mackaij (Team DSM) y Elise Chabbey (Canyon SRAM Racing).
Las dos grandes corredoras del Team SD Worx remaban y remaban y eso que sabían que iban a morir en la orilla. Actitud de dos ganadoras que ya han tenido y tendrán en el futuro sus días de gloria. Hoy no, hoy era el día de Elisa Longo Borghini (Treak Segafredo). La italiana entró sola al velódromo y saboreó cada una de las pedaladas que pegó hasta cruzar la meta. Se había atrevido, había aguantado un ritmo infernal durante 35 kilómetros, y, finalmente, había triunfado. Ya se sabe, la fortuna favorece a los audaces. Lo dicen los textos de historia, los mismos que recogerán desde hoy la victoria inapelable de Longo Borghini.
