Responde al teléfono de una forma increíblemente serena. Tranquilo y relajado. Porque confía en él, nunca ha dejado de hacerlo. "Tengo la conciencia tranquila porque sé qué he hecho y qué no he hecho. Creo en mi y voy a luchar hasta el final·. Franco Pellizotti ha visto esta tarde la luz al final de un túnel. Una luz cegadora, traicionera a la par, porque el ciclista italiano ha recibido por fin la notificación del CONI firmada por el temido Ettore Torri en la que el fiscal de la lucha antidopaje ha dictado sentencia, casi de muerte contra el 'Delfín de Bibione' -como se conoce al mejor escalador del Tour de Francia del 2009-. Dos años de sanción, castigo casi de sepultura, un anuncio de enterramiento, por culpa de unos "valores anómalos" que supuestamente estarían registrados en el pasaporte biológico de Pellizotti y de los que nada se sabe, salvo que no es un positivo por dopaje.
Sanción sin positivo
El punto más sonrojante de todo su caso, que sin un positivo, Pellizotti ha recibido un castigo de un corredor dopado. Una sanción que le desterró del Giro de Italia. Después tuvo la opción -el Liquigas se lo propuso- de correr el Tour de Eslovenia en junio, "pero tanto mi abogado como yo preferimos no hacerlo, con el fin de terminar de solucionar todo y volver a correr en una situación normal", explica. Una situación que no se ha dado. "Ahora vamos a seguir adelante con los recursos que el ciclista va a presentar porque ante todo se siente seguro de su inocencia. "No me sorprende la sanción", confiesa, "casi casi se puede decir que me esperaba que así sería. Para mi hubiera sido una gran noticia que me hubiera dejado correr ya a principios de 2011 y hasta ahora todo han sido incógnitas porque la decisión dependía del CONI pero Ettore Torri no dijo a las claras cuando se iba a pronunciar. Estaba en una situación de no saber absolutamente nada·. En el limbo.
Hasta hoy con la carta de castigo en la mano no pierde la sonrisa y la calma. "Yo sigo igual que siempre, salgo a entrenar como si correría, hago vida de ciclista. Sigo tan tranquilo como siempre, igual que a principios de año, que en marzo o cuando me dejaron fuera del Giro porque tengo la conciencia tranquila de saber que no he hecho nada malo", explica.
"No creo en la justicia"
Aún así, no oculta que la sanción "me apena, porque con esto se demuestra que no existe la justicia. Porque si me dicen que he dado positivo con una sustancia, lo admito. He probado, he arriesgado y me han pillado. Entonces sí me merecería un castigo. Pero aquí no hay un positivo y por eso voy a luchar hasta el final para demostrar que tengo razón, porque estoy seguro de tenerla", zanja. ·Es una vergüenza y no solo para mi, para todo el ciclismo. Sin un positivo con el que juzgar me sancionan con dos años. Esto no es malo solo para mi, si no para todo este deporte. Dice muy poco del ciclismo".
Es por ello que Pellizotti no duda en recalcar que "no creo en la justicia y por eso mismo quiero llegar hasta el fondo de este caso, para poder volver a creer en ella. Tengo fuerzas y ganas para hacerlo y quiero llegar hasta el fondo". Cabeza de hierro, mente inquebrantable la de Pellizotti, que reconoce haber tenido momentos de debilidad: "Al principio, cuando me quedé sin ir al Giro quise mandarlo todo a la mierda, dejarlo todo y salir de este mundo pero luego lo pensé mejor. Este es mi mundo. Todo lo que he hecho ha sido gracias a mis fuerzas y al trabajo duro y no quiero dejarlo así. No sé qué va a pasar. Los que mandan aquí son tan grandes que pueden hacer lo que quieran pero yo voy a seguir luchando", concluye.