Malos tiempos para aquellos ciclistas que, sin ser los mejores, siempre estaban listos para arañar victorias de allí y allá antes de los platos principales, reservados, teóricamente, para los más grandes. En el ciclismo de ahora ya no hay hueco para secundarios, a no ser que seas compañero de uno de esos extraterrestres que están dominando el planeta de las bicis. Todas las carreras, sean del nivel que sean, suelen acabar en manos de los mismos, esos que pertenecen al grupo de los elegidos, los que están cambiado un deporte que no se cansa de aplaudirles.
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— Eurosport.es (@Eurosport_ES) March 26, 2023
🎩 Van Aert le cede la victoria a Laporte
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En esta ocasión, ha sido una clásica con mucho nombre, la histórica Gante-Wevelgem, la que ha sido resuelta por uno de ellos, por Wout Van Aert, que se llevó con él a Christophe Laporte, su compañero, al que después esperaría y finalmente cedería un triunfo que decora aún más su interesante palmarés –tiene una etapa en el Tour de Francia y una plata mundial-.
Van Aert, belga de 28 años, continuó en la Gante con la nueva tradición de estos muchachos, que es la de exhibirse en cualquier parte, destrozar los pronósticos, hacer añicos las estrategias de todos los equipos. Wout eligió un tramo adoquinado a 52 kilómetros de meta para hacer saltar la carrera por los aires.
Con él se llevó a un compañero, al pobre Christophe Laporte, un velocista de 30 años que seguramente se arrepintió más de una vez de haber decidido irse con Van Aert, quien le torturó en buena parte de esta particular escapada. Sólo la inteligencia del belga, o del director desde el coche, hizo que Laporte aguantara en cabeza, ya que cuando pasaba apuros, Van Aert bajaba una marcha. Eso le sirvió al francés para mantenerse con su líder.
Un esfuerzo que, sin lugar a dudas, mereció la pena, pues el belga le cedió la Gante Wevelgem, una de esas carreras marcadas en el calendario de todos los clasicómanos, una prueba de 260,9 km que en 2023 ha tenido como protagonista a la lluvia, lo que puso una pizca más aún de dureza.
Christophe Laporte y Wout Van Aert aprovecharon el último kilómetro para saborear lo conseguido. Se dieron la mano, se abrazaron y levantaron los brazos en una muestra más del poderío de un Jumbo-Visma imbatible. Al menos, en la Gante, en la que el tercero, el primero de los mortales, el belga Sep Vanmarcke (Israel-Premier Tech), llegó casi 2 minutos del dúo.
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