La UCI ha comunicado un positivo por EPO de Giampaolo Caruso correspondiente a un control fuera de competición del año 2012. Hoy muchos se preguntan cómo es posible que una analítica adversa se comunique tres años después de producirse el control y el motivo es que la UCI, a través de nuevas técnicas y avances científicos, está reanalizando muestras almacenadas con varios años de antigüedad en busca de sustancias dopantes que pudieron pasar inadvertidas en su momento.
El Katusha ha comunicado que este positivo es “una auténtica sorpresa” y que el ciclista italiano, de 35 años, será provisionalmente suspendido hasta que se realice el contra análisis. Esta sanción, no solo podría tener consecuencias para el propio corredor sino también para el conjunto Katusha ya que al ser el segundo positivo del año -Paolini fue cazado por cocaína durante el Tour-, el equipo entero podría ser suspendido entre 15 y 45 días –perdiéndose la Vuelta- tal y como le ha sucedido al Androni-Giocattolli. Pero según informa AS, un portavoz de la UCI ha comunicado que el positivo no computará al ser de 2012 por lo que no habría riesgo para el conjunto ruso.
La UCI aprovechó también el positivo de Caruso para explicar que conservarán muestras de hasta hace 10 años para reanalizarlas con los nuevos métodos de detección que vayan apareciendo.