Giro de Italia 2009. Todos los detalles y vídeo

Noventa kilómetros contra el reloj y toda la gran montaña en la parte final para una 'corsa rosa' que pasará por los puntos más emblemáticos de Italia

admin

Giro de Italia 2009. Todos los detalles y vídeo
Giro de Italia 2009. Todos los detalles y vídeo

Como si de una visita turística se tratara. Así se puede tildar el Giro de Italia de 2009. La edición del centenario de la corsa rosa no se ha olvidado de ninguna de las ciudades más emblemáticas del país transalpino y a todas ellas rendirá homenaje con el paso del pelotón por sus calles. Turismo y vistosidad. Pero solo para los espectadores y aficionados que se agolpen en las cunetas o concierten su cita diaria con las retrasmisiones televisivas. El Giro del centenario será, para no perder sus arraigada caracterización, duro y exigente. Sólo apto para corredores con gran fondo porque, si severas serán las etapas montañosas, especialmente las últimas, con finales en el BlockHaus, el Monte Petrano y el Vesubio, más duras serán aún las pruebas contra el crono de 61 kilómetros la primera y de quince la última, que servirá para echar el cierre a la carrera.

3.395 kilómetros divididos en 21 etapas, cinco de ellas montañosas y tres contra el crono. Será precisamente esta modalidad la que abra la carrera, con una atractiva contrarreloj por equipos de 20 kilómetros por el Lido de Venecia, el punto de partida que ha acogido también la presentación de la carrera. Además de la ciudad de los canales, Milán, Turín, Bolonia, Génova, Florencia, Nápoles y Roma, las ciudades más resplandecientes de Italia abrirán sus puertas al mundo de los pedales con el paso del Giro del centenario. Pero mucho antes de pisar las zonas más turísticas del país transalpino, la corsa rosa se adentrará en los Dolomitas, con el primero de los tres pasos al extranjero. La cuarta etapa, con final en San Martino los participantes deberán ascender los puertos de Rosina y Crocce d'Aune previo a la ascensión final a San Martino di Castrozza.

El final de la quinta etapa, la que tendrá lugar el 13 de mayo será también en alto. Alpe di Siussi será la meta para una exigente jornada en la que el pelotón deberá subir previamente el Passo Rolle, de casi 2.000 metros de altitud. En la sexta etapa se traspasará la frontera hasta Austria, con su llegada a Mayrhofen. Desde ahí, y con una breve incursión en Suiza, el pelotón regresará al país transalpino, a la espera de la décima etapa, que servirá para establecer las primeras notables diferencias entre los candidatos para luchar por la clasificación general. Será la décima etapa la que congregue los puertos más míticos de la carrera. El Colle della Magdalena, el Col de Vars, el Izoard, el Col de Montgenevre, y el Colle del Sestriere con un descenso de 55 kilómetros hasta Pinerolo servirán para dilucidar quiénes serán los corredores que se jugarán la maglia rosa en la última semana de la prueba.

Contrarreloj de 61 kilómetros

Todo ello vendrá después de que el pelotón haya disfrutado del primer día de descanso y la intrascendente etapa con inicio y llegada en Milan, la ciudad que ha sido testigo de los finales de la carrera en los últimos años. Después llegará el primer gran test para los aspirantes al triunfo final. La duodécima etapa sumará 61 exigentes kilómetros contra el crono que harán exprimirse al máximos a todos los corredores que tomen la salida en Sestri Levante y pongan fin a la dura jornada en Riomaggiore. La contrarreloj contará además con algunas pequeñas dificultades orográficas en su trazado, como el Passo del Bracco y el Passo del Termine, éste último situado a 18 kilómetros de meta.

Será pues, la primera etapa con fuerza para hacer grandes diferencias e incluso eliminar a posibles candidatos que luchen por entrar en el podium o incluso aspiren a vestirse con la maglia rosa en la parte final de la carrera. Pero no será la única. La segunda semana del Giro servirá para dar oportunidades a los sprinters y a los aventureros que busquen la victoria desde lejos y en forma de escapadas consentidas por un pelotón en el que planeará ya la llegada a Monte Petrano, que tendrá lugar el lunes, 25 de mayo. Serán 237 kilómetros con tres puertos de montaña y el citado final en alto. Cesane, Nerone y el alto Catria, a 35 kilómetros para el final servirán para abrir boca. Tras ellos, restará la subida al Monte Petrano, de 11 kilómetros de longitud.

Y, antes de la traca final, un merecido descanso. Los organizadores de la corsa rosa han situado la segunda jornada de reposo a tan sólo cinco etapas para el final de la carrera. Las más explosivas. La decimoséptima etapa, de tan solo 79 kilómetros deberá abrir la batalla por la pelea de la maglia rosa final que, para la edición del centenario han confeccionado los diseñadores Dolce y Gabbana. Será esta la que condense el final más exigente, el del BlockHaus, de nada menos que 32 kilómetros de subida. Tras ella llegará la ascensión al Vesubio, en la décimo novena etapa, jornada que vivirá también la escalada hasta Sant'Angelo para después encarar la subida final de 13 kilómetros hasta el volcán del Vesubio.

Final en Roma

Y, sin con todo ello la clasificación general aún no ha quedado clarificada, la organización del Giro se ha guardado en la recámara, como viene siendo ya un clásico, una contrarreloj para la última jornada de la carrera. Pero, a diferencia de anteriores ediciones, no será Milán la ciudad que albergue esta batalla final. El Foro imperial de Roma ha sido el lugar escogido para que los corredores, como si de auténticos gladiadores de la antigüedad se trataran, se jueguen la victoria final. Una contrarreloj individual de 15 kilómetros por los alrededores del Coliseo de la capital italiana servirán para echar el cierre a la edición número cien del Giro de Italia.

Así pues, cinco serán los finales en alto. Los de San Martino di Castrozza, Alpe di Siussi, Monte Petrano, el BlockHaus y el Vesubio y noventa los kilómetros que se realizarán contra el crono. Un Giro de Italia más humano, con jornadas montañosas que no suman ni el centenar de kilómetros, como los de la decimoséptima etapa, pero no menos exigentes. Y todo ello con el gran aliciente de los regresos de Ivan Basso y Lance Armstrong, además de la presencia del abulense Carlos Sastre y la armada italiana que peleará hasta el final para que la maglia rosa se quede en casa. La emoción está asegurada.

ainara@ciclismoafondo.es